El español Albert Ramos durante el cuarto partido de la eliminatoria de primera ronda del Grupo Mundial de la Copa Davis España-Gran Bretaña. | Efe

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Albert Ramos derrotó al británico Cameron Norrie, por 7-6 (4), 2-6, 7-6 (4) y 6-2 con muchos problemas y sufrimiento para sumar el 3-1 que clasifica a España para los cuartos de final del Grupo Mundial de la Copa Davis.

En una dura lucha de tres horas y 43 minutos, con la tensión típica de esta competición y en una mañana fría (ocho grados), el equipo de Sergi Bruguera alcanzó la 26 victoria consecutiva en casa, a solo dos ya del récord de Italia.

«Ha sido un partido muy especial, increíble, agradezco al público porque ha sido fundamental», dijo Albert Ramos sobre la pista tras ganar su segundo partido este fin de semana y cerrar la confrontación.

España se enfrentará, del 6 al 8 de abril a Alemania, en territorio español. Los germanos, liderados por Alexander Zverev, se impusieron a Australia a domicilio en el Pat Rafter Arena de Brisbane por 3-1.

España y Alemania se han enfrentado en 16 ocasiones, con 10-6 para los germanos, que ganaron la última vez en 2014 en Franckfort por 4-1, en la primera ronda del Grupo Mundial.

El equipo español ha ganado tres de los últimos cuatro enfrentamientos. En 2009, el último que disputaron en suelo español, se impuso por 3-2 en Puerto Banús.

Sufrimiento es la palabra que mejor define la eliminatoria marbellí. Empezó así con el partido de Ramos y Liam Broady, y se incrementó en el siguiente de Norrie, cuando derrotó a Roberto Bautista en cinco sets en cuatro horas y un minuto.

El suplicio acabó con el primer partido de este domingo, cuando Ramos, rozando la épica, y aguantando los nervios, venció al número uno británico y puso en su casillero personal la cuarta victoria en seis partidos disputados en la Davis.

Solo el triunfo en el doble de Pablo Carreño y Feliciano López el sábado, hizo respirar tranquilo a Sergi Bruguera en su debut.

Cameron Norrie, de solo 22 años, 114 del mundo, sin ningún título en su palmarés, y debutante en esta competición, ha estado a punto de transformar una eliminatoria que parecía plácida sobre el papel para España, en un auténtico tormento.

El jugador nacido en Johannesburgo pero residente en Fort Worth (Texas, EE.UU.) volvió a actuar con el desparpajo y la naturalidad de quien desafía la derrota con todas sus armas, a pesar de su bajo ránking.

Agresivo, y sin arrugarse aunque Ramos se colocó con 4-0 en el primer parcial, Norrie salvó luego dos bolas de set en el octavo juego (una de ellas con doble falta del español) para llegar al desempate después de ocho roturas.

En ese juego corto, Ramos pudo imponerse y ganar el primer parcial tras una lucha de 75 minutos.

Los aficionados británicos se hicieron notar entonces más que nunca en la pista Manolo Santana del C.T Puente Romano. Menos numerosos que los españoles pero con mucha más presencia y jolgorio, llevaron en volandas a Norrie, que lejos de bajar los brazos subió de nivel para ganar el tercer set en 34 minutos, a un aturdido Ramos que cedió su saque dos veces.

El tercer set fue clave. Ramos se colocó con 2-0 pero no supo rentabilizar esa ventaja. Le pesaba al número uno español la responsabilidad de acabar con victoria la eliminatoria y sobre todo imponerse a un rival al que saca 93 puestos en la lista mundial, y los nervios le atenazaban.

Hubo cuatro roturas y se llegó al segundo desempate de la mañana, y ahí Ramos sí logró al fin controlarse, jugar algo más cerca de la línea de fondo para mandar y ganar un set crucial.

Las cuatro horas y un minuto del partido contra Bautista el viernes pesaron entonces en las piernas del británico, que ya había acabado el desempate lanzando la raqueta al suelo. Fue entonces cuando ya se percibió que el partido se decantaba para Ramos, que más sonriente dominó luego el cuarto set sin problemas.

Dos roturas sirvieron para firmar la victoria, y una dejada para acabar con la voluntad de Norrie, que en Marbella se ha descubierto como un gran batallador.

La nueva regla de la Federación Internacional, que contempla que no haya quinto partido si se llega al 3-1, privó a los aficionados de disfrutar aún más la victoria española en las gradas. Ahora toca esperar hasta que se decida la próxima sede contra Alemania en abril, y si Bruguera puede contar para ella con Rafael Nadal.