Mavi García posa para este diario durante un entrenamiento. | Pilar Pellicer

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La crisis del coronavirus ha dejado en casa y en el dique seco a numerosos deportistas que han visto frenada su preparación para la temporada en curso o para eventos futuros como los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. En el caso de los ciclistas, el 'rodillo' se ha convertido en el mejor aliado, aunque el movimiento registrado en la mañana de este lunes y las restricciones impuestas durante el fin de semana han provocado el malestar de algunos profesionales, que pese a ello, comprenden la delicadeza de la situación.

En un escrito publicado en Facebook, Mavi García expresa su disconformidad con determinadas situaciones en concreto, a la vez de su solidariad en unos momentos complicados. «¿Soy la única que no entiende nada? 1. Se declara el estado de Alarma, cosa que veo muy lógico pq hay que preservar la salud de todos, debemos hacer un esfuerzo para que esto no se propague. 2. Se decreta que sólo se podrá salir a la calle para primeras necesidades y que sólo podrán permanecer abiertos los supermercados, gasolineras Y PELUQUERIAS.... Muy bien. 3. Que no se podrá hacer deporte en las calles, ni siquiera los que nos dedicamos a ello (QUE ES NUESTRO TRABAJO) que salimos sólos, que somos una minoría y que no perjudicamos absolutamente a nadie y que para colmo parece que se nos tratará como a delincuentes por hacerlo y como a unos egoístas.... Vale... Aún así, hasta ahí, podía entender que el esfuerzo lo hacemos todos y aun más por los que se quedarían en casa y tienen que ir si o si a trabajar poniendo su salud en riesgo porque es necesario», explica la corredora mallorquina del Alé Cipollini.

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Y añade, viendo los acontecimentos de este lunes, en los que la actividad ha regresado dentro de los sectores en los que la declaración de Estado de Alarma lo permite, que «Lo de Hoy: Hoy ya ha sido cuando ya no puedo entender nada. Me llegan whatsaps y llamadas de que por las calles de Mallorca siguen trabajando en las obras grupos de gente, tiendas de aires acondicionados abiertas, asesorías, oficinas que podrían trabajar desde casa y que eso puede decidirlo cada empresario. Están teniendo contacto unos con otros sin necesidad y todo el mundo está trabajando en colectividad..... Por favor! ¿Esto es sentido común?».

Evidencia su preocupación admitiendo que «esto así no se va a terminar nunca.... ¿Cuanto tiempo va a durar si se sigue haciendo así? pero eso sí. Yo no puedo ir a ver a mi hermano o a mis sobrinas a su casa y veo como multan a una persona caminando sola por la calle».

En referencia a su caso en particular, prosigue preguntándose que «¿Donde están las limitaciones? Si seguimos así y hay que alargar esto, si que la economía va a quedar bajo tierra para no poder resurgir. Pero preocuparos de los inconscientes que van en bici.... Que es super importante».

«Y mientras tanto yo me quedaré en casa sin poder salir cuando podría estar haciendo mi trabajo sin perjudicar a nadie mientras que muchos están duplicando contagios por abrir un establecimiento sin sentido», finalizó.