Enric Mas durante una de las etapas del Tour. | Efe

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Enric Mas (Movistar) disfrutó de la segunda jornada de descanso en un clima de tranquilidad y confianza que le da una evolución física y mental que le ha situado octavo de la general y con opciones de podio. Su objetivo es intentarlo, pero de todas formas será un aprendizaje para consolidarse como líder del Movistar y disputar pronto el maillot amarillo.

«Estoy bien, las sensaciones ahora son mejores que en la primera y segunda semana, voy paso a paso y queda un final muy largo y duro. Me da confianza verme delante, voy mejorando, pero también es cierto que los rivales están mejor de forma. Vamos a afrontar una semana muy exigente y puede pasar de todo. Cualquiera puede pasar un mal día. Espero que no nos toque a nosotros».

Una semana donde se pondrá en evidencia dentro del pelotón que el Tour es una cuestión de resistencia y de eliminación bajo el dominio del Jumbo Visma de Roglic.

«En el ascenso al Grand Colombier vimos que cuando arrancó Adam Yates en una recta muy dura el Jumbo tensó con Dumoulin y lo alcanzamos rápido. Vimos que si arrancas tienes que estar muy fuerte y aguantar hasta meta. No solo el Jumbo, todos estamos bien y atacar es inmolarse».

El líder del Movistar dijo encontrarse en un momento de forma muy similar al que le permitió ser segundo en la Vuelta 2018, lo que supone un punto de motivación para el ciclista mallorquín. «Si, las sensaciones son parecidas a las de la Vuelta del 2018, pero este año es diferente, hay otros corredores, y todos están ahora a tope. Puede ser un Tour de eliminación, por eso me motiva más el hecho de estar octavo y poder avanzar, es mejor que si fuese quinto y tuviera que evitar que me pasaran los demás».

Mas recalculó sus ambiciones, en principio estipuladas entre los 15 primeros y luego reducidas a adquirir aprendizaje para futuras ediciones. «Venía de Burgos y del Dauphiné y quedar entre los 15 primeros no lo veía muy mal, pero ahora estoy en el top 10 y no lo veo más, a ver qué pasa en esta semana».

El hecho de contar con la ayuda de Alejandro Valverde supone para Enric Mas «un punto de motivación extra, ya que al ver que quedan pocos favoritos delante y estamos los dos me da tranquilidad. Ójala sigamos delante y entre los dos nos demos la tranquilidad que nos faltaba».

Con la evolución en el aspecto físico, la parte mental también juega un papel fundamental en un Enric Mas que piensa en invertir en aprendizaje para poder disputar el maillot amarillo en las próximas ediciones.

«Me veo mucho mejor que el año pasado y quiero volver el año que viene pensando en ganar el Tour, me tengo que consolidar como líder del equipo y venir con un equipo para estar entre los mejores».