El ciclista de Ottawa, de 34 años, culminó su segunda victoria en la Vuelta con un ataque a un kilómetro de meta que dejó plantados a sus cuatro compañeros de escapada: por este orden los españoles Omar Fraile (Astana) y Alejandro Valverde (Movistar), que entraron a 4 segundos, y los franceses Nans Peter (Ag2r) y Guillaume Martin (Cofidis), que cruzaron la meta a 8.
Un rosario de corredores fueron entrando en meta, hasta que lo hicieron los hombres de la general, con Richard Carapaz entre ellos, a 56 segundos. Una jornada complicada para el ecuatoriano con la presencia de Valverde en la fuga. No obstante, mantuvo la camiseta roja con 18 segundos sobre Hugh Carthy (EF), 20 ante Dan Martin (UAE), 30 a Primoz Roglic y 1.07 minutos con Enric Mas, quinto a 1.07 minutos.
Locura de fugas
La etapa salió con la salud intacta entre 163 corredores que quedan en la Vuelta y resto de los componentes de la «burbuja» de la Vuelta. Todos dieron negativo en los PCR reglamentarios durante la jornada de descanso.
Desde el banderazo de salida en Vitoria la etapa se volvió loca con múltiples intentos de fuga que no siempre tuvieron permiso del Ineos de Carapaz, ya con el bastón de mando de la Vuelta. El francés Cavagna prendió la mecha, sin éxito, pero muchos más tomaron el relevo.
Fue un no parar. La primera subida a Orduña (1a, 7,9 km al 7,6 por ciento) alteró la carrera con un grupo de avanzadilla donde el estadounidense Kuss (Jumbo) puntuó en la cima para recupera el maillot de la montaña que lucía el belga Wellens. Era el objetivo del gregario de Roglic.
El Ineos permitió la aventura, pero sin excesos. Por delante tenían una tropa de más de 30 corredores, entre ellos rivales peligrosos como Alejandro Valverde, a 3 minutos del líder. A la escuadra británica le tocó trabajar a bloque en defensa de la roja, sin otra colaboración que sus propias fuerzas.
El Movistar, con Valverde, Rojas y Verona en la fuga, amargó la etapa al Ineos. El equipo español tensó la carrera en el tránsito hacia el segundo paso por Orduña hasta subir la ventaja a 2.25 minutos. Amenaza para el líder. Por si fuera poco, el «Bala» se escapó con Godon y Dewulf, quedando a un paso del liderato virtual. Ventaja de 2.45 minutos.
Valverde oliendo la roja y Chris Froome tirando del tren del Ineos. Dos ilustres protagonistas en duelo en la aproximación al puerto. El susto para Carapaz se disipó a 35 kms de meta, cuando volvieron a juntarse por delante los 34 de la escapada y el pelotón circulaba a poco más de un minuto.
Movistar insistió al inicio de Orduña, pero fue Michael Woods quien rompió el orden atacando a 3 kilómetros de la cima, que cruzó con 14 segundos sobre Valverde, Omar Fraile, Guillaume Martin, nuevo líder de la montaña y Nans Peters y 1.55 sobre un pelotón donde Carapaz solo contaba con el soporte de Andrey Amador.
Los cinco de cabeza se juntaron bajando y alcanzaron el llano con intereses comunes. Todos querían la etapa, todos debían colaborar, menos Woods, por aquello de que su compañero Carthy era segundo de la general.
Cada uno jugó sus cartas. A 7 de meta atacó Martin, luego Omar Fraile, que tenía marcada una etapa que conocía a la perfección. La victoria estaba delante, los perseguidores estaban cerca, pero no lograban enlazar.
Lejos empezó el marcaje, las miradas de reojo, los saltos cortos y explosivos para probar a los demás. Nadie cedía ni daba pistas. Todos ellos corredores rápidos, se sabían con opciones y cualquiera podía ganar.
Fraile volvió a quemar la traca, pero Woods se le pegó a rueda. El canadiense, más fresco y resolutivo, lanzó el órdago a 1.000 metros de la pancarta. «No debimos dejarle marchar», dijo Valverde, pero el canadiense se presentó solo en la pequeña localidad alavesa de Valdegovía. Un cartucho, otra victoria en la Vuelta.
Este miércoles se disputará la octava etapa, entre Logroño y el Alto de Moncalvillo (La Rioja), de 164 kilómetros.
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