Van Aert celebró el que hubiese sido su segundo triunfo, pero se le coló hábilmente Gaudu, quien metió la rueda para festejar, con la ley en la mano, un triunfo muy sabroso, al frente del grupo de elegidos, que llegaron a meta en 4h.09.38, salvando la jornada previa a la crono a una media de 40,6 km/hora. Sin etapa, pero de nuevo con la prenda dorada en sus espaldas, además del maillot verde por puntos, Van Aert sigue dominando el Dauphiné a sus anchas, aún con más protagonismo de su teórico jefe de filas, el esloveno Primoz Roglic, quien espera la cronometrada de este mièrcoles y las etapas de montaña. Van Aert aventaja en 6 segundos a Gaudu y en 12 a otro francés, del Cofidis, Victor Lafay. Se mantienen con las opciones intactas los principales favoritos, entre ellos los españoles Enric Mas (Movistar) y Juan Ayuso (UAE Emirates).
Una etapa de media montaña con 2.700 metros de desnivel idónea para sacar las primeras conclusiones sobre el estado físico de los favoritos, con un final en alto interesante. El desenlace se guardó para los últimos 6 km y no sucedió nada excepcional. Hasta el ascenso fina animaron la carrera un grupo de 6 corredores que se marcharon con más ilusión que opciones de éxito. Eran Wilsly, Champion, Alexis Gougeard, Heidemann, Rolland y Schönberger, quienes pasaron juntos la cota de Saint-Vert (3ª) y afrontaron la zona más llana con una diferencia máxima de 4.30 minutos.
El Total Energies del entonces líder Alexis Vuillermoz se encargó de mantener a raya la fuga en torno a los 2.30 minutos camino de la segunda dificultad, la Cota de Besse-en-Chandesse (4ª), donde ya estaba colaborando el Jumbo Visma de Roglic con un ritmo superior. Wilsly, Rolland y Schönberger redujeron a 3 la fuga, pero las fuerzas empezaron a decaer desde la entrada en las colinas de Puy-de-Dôme. La fuga pasó a la historia al pie de la subida a Chastreix- Sancy (2a, 6,2 km al 5,6 por ciento), adonde el pelotón llegó lanzado con el Jumbo anunciando batalla. Atrapados los fugitivos empezó el marcaje entre Jumbo e Ineos, en un pelotón aún numeroso, de unos 30 corredores.
Cedió pronto Vuillermoz y el danés Vingegaard, uno de los hombres fuertes de Roglic, tiró en cabeza para desbrozar el camino tanto al esloveno como a Van Aert. Muchos corredores delante. La subida no era demasiado exigente, pero los ataques tampoco aparecieron para cambiar el guión, si acaso un amago de O'Connor con inmediata reacción del grupo de alta jerarquía. Fue insuficiente, pues ese grupo se presentó para disputarse la etapa al esprint.
Atacó de lejos Van Aert, se puso en cabeza, muy superior a todos, pero a la hora de remachar le comió la tostada David Gaudu, quien tuvo fe hasta el último centímetro, donde se resolvió la jornada. Era la segunda victoria para el ciclista de Landivisiau, de 25 años, una de las esperanzas del ciclismo, quien cuenta con 9 victorias como profesional. Un corredor con buen palmarés, ha logrado 2 etapas de la Vuelta a España y 1 en Dauphiné, Romandía y Vuelta al País Vasco. También ganó la Faun Ardeche, y en el Tour de Francia tratará de alumbrar su palmarés un poco más. Un ciclista que lucha hasta el final.
Este miércoles la cuarta etapa se disputará en la modalidad de contrarreloj individual con un recorrido de 31,9 km entre Montbrison y La Bâtie d'Urfé. Van Aert, que ya fue líder tras su victoria en Beauchastel en la primera etapa, vestirá de nuevo de amarillo en la cuarta etapa de este Critérium. Gaudu, por su parte, es segundo en esa general provisional (a 6 segundos de Van Aert) en la que el mejor español es Juan Ayuso (UAE Team Emirates), 13º a 16 segundos y mismo tiempo perdido que Enric Mas (Movistar Team), 19º.
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