Miquel Matas, en la puerta principal del Real Club Náutico de Palma. | Jaume Morey

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Miquel Matas (Palma, 1981) es el rostro visible de la tercera vía, un grupo joven e integrado en buena parte por padres de deportistas del Real Club Náutico de Palma, a cuyas elecciones del 26 de octubre se presenta consciente de que el tema capital a solventar es el de la concesión de la entidad, aunque también pretenden potenciar la actividad deportiva y social, y acercarse a la ciudad. «Palma no puede perder un símbolo como es el Real Club Náutico», asegura Matas, vinculado al sector de la gestión inmobiliaria y desde los 6 años a la navegación.

Con los avales necesarios ya atados, Matas y sus compañeros de lista dieron el paso al frente de presentar una de las tres candidaturas «porque veíamos que hay cosas que deben cambiar y era el momento, pese a las dificultades que rodean al futuro del club». Un área en el que quieren incidir dentro de la labor de dinamización que se han marcado, «afianzando el trabajo ya hecho y potenciando esa parcela deportiva para que la gente quiera disfrutar del club, más allá de la competición», explica desde el propio RCNP.

La proximidad hacia la ciudad y el socio es otro punto clave en su hoja de ruta, «creando comités con miembros de la junta, personal laboral y socios que quieran participar, con capacidad de gestión y movimiento», apunta Miquel Matas, para quien no pasa de largo que toda actuación en el Náutico de Palma está ligada a solventar el entramado legal que mantiene en el aire la continuidad de la entidad al no tener asegurada su concesión a medio plazo.

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Miquel Matas, en la terraza del Real Club Náutico de Palma. Foto: Jaume Morey
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«Hay que trabajar en todas las vías, desde el Contencioso Administrativo en marcha hasta mantener relación estrecha con las instituciones implicadas, como la APB, para contemplar la viabilidad jurídica para mantener la concesión», reseña, al igual que a nivel político apostar por acciones como «el traspaso de los puertos a la APB o, como dice Puertos del Estado, hacer una nueva Ley de Puertos al respecto...», con un último escenario como sería el del concurso. «Somos realistas, podemos ser los que entreguemos las llaves del club. Pero si llega ese punto, que no lo queremos ni nos lo planteamos, será habiendo hecho todo lo posible para que el Náutico de Palma siga siendo lo que es», asegura firmemente.

Las grandes inversiones en el RCNP quedan aparcadas por el momento a expensas de conocer el desenlace al respecto de la prórroga de la concesión, aunque «el día a día y la parcela deportiva y social seguirán en marcha», mirando hacia el futuro que ejemplifican «nuestros hijos, que son parte de este club como deportistas. Nosotros y ellos queremos representar esa continuidad. Me costaría entender que mis hijos se queden sin club en apenas dos años...», afirma el aspirante a la presidencia.

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El aspirante a la presidencia del RCNP, Miquel Matas. Foto: Jaume Morey

El ser tres candidaturas es para Matas «síntoma de que existe inquietud por el futuro del club» y, en caso de no ser elegido presidente, pone a disposición de la nueva junta «el apoyo de todo nuestro equipo por un bien común, que es seguir con este proyecto de club». Por ello, quiere acercarlo más a Palma, «a la ciudad, que se vea que hay actividad constante y no sólo de alta competición».