Diego Quintela y Mati Rosa, en una imagen de archivo. | Palma Futsal

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Con la competición detenida indefinidamente y sin saber exáctamente cuándo podrán regresar a los entrenamientos, los jugadores del Palma Futsal viven el confinamiento impuesto por las autoridades ante la expansión del coronavirus con paciencia, pero a la bez ganas de regresar a la normalidad.

Los jugadores llevan a cabo una planificación específica desarrollada por el cuerpo técnico que dirige Antonio Vadillo, seguida especialmente por el preparador físico del primer equipo, Joan Llompart. Su labor se centra, especialmente, en dos casos concretos. Dos lesionados de larga duración que encaran estas semanas la recta final de su recuperación y que la han visto frenada en cuanto al retorno a la rutina y la dinámica del equipo por no poder ejercitarse junto a sus compañeros.

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Mati Rosa y Diego Quintela, dos puntales en el área ofensiva del Palma Futsal, contemplan en el confinamiento «un hándicap» añadido a su recuperación. «La parte negativa es que es una fase de la recuperación en la que necesitan entrar progresivamente en el grupo, aumentando el volumen de trabajo específico. Y eso, ahora mismo, no se puede hacer», asegura Llompart. «Hacen el trabajo que se le da a todo el grupo, en casa, y además hacen cuatro sesiones semanales de un trabajo más dirigido hacia ellos en el que trabajan las habilidades con el balón», añade.

Tanto Mati Rosa como Diego Quintela se lo toman con naturalidad y paciencia. «Me afecta porque estaba en una fase de recuperación en la que necesito hacer trabajo en pista con el balón, y en casa no tengo el espacio necesario», explicaba Mati Rosa. Eso sí, el argentino es positivo «porque este tiempo nos viene bien para recuperarnos del todo y estar a punto cuando toque volver con los compañeros».

Por su parte, Diego Quintela deja claro que lo peor de esta situación «es el motivo». Y añade que «ojalá fuera todo de otra manera y no tuviéramos que estar pasando por este mal trago. Ahora, lo principal es que todo se normalice, pero antes tenemos que solucionar todos un problema muy grande». Para el gallego, su recuperación y la de Mati Rosa «pasan a un segundo plano, y ahora hay que hacerlo lo más ameno posible», señala Quintela, quien junto a Mati Rosa cuenta los días para regresar a la normalidad... Y a las pistas.