Las paradas de Espíndola y Álex a los respectivos disparos desde los seis metros de Mancuso y Fabinho en el Palacio de los Deportes de Granada alargaron la lista de decepciones del Palma Futsal, que el año pasado vio como en los últimos tiempos los penaltis le apartaban de su primer título en la Supercopa de España. «No creo que sean suerte, pero algo hay que hacer», explicaba a la conclusión del partido Antonio Vadillo, que se confesaba molesto por la actuación arbitral tanto por la polémica expulsión de Tayebi como por el pitido final de los colegiados cuando aún restaba un lanzamiento por ejecutarse.
Los problemas del Palma Futsal con las tandas se remontan a la primera vez que se asomaba a Primera División en el playoff de ascenso en 2010 ante el Talavera en el polideportivo Miquel Àngel Nadal, donde se le escapó bajo la denominación de Fisiomedia Manacor la primera oportunidad de ascenso en los penaltis después de los fallos de Grello y Miguelín que acabarían redimiéndose en la eliminatoria ante el Puertollano abriendo la prolongada etapa de los isleños en la mejor liga del mundo.
Tres años después pero en los cuartos de final de la Copa del Rey 2012 ante al Barça volvió a repetirse la historia. Los azulgranas han sido los verdugos más habituales del Palma Futsal en las tandas, ya que desde los seis metros los culés salieron airosos de la final de la Supercopa de España de 2022 y del primer y del tercer partido de las semifinales por el título de la temporada 2019.
Otra de las bestias negras del Palma Futsal en la suerte de los penaltis ha sido el Movistar Inter, que le apartó de los cuartos de final de la Copa de España en 2021 y le eliminó en el segundo partido del playoff de la Liga de 2016. El adiós a la Copa del Rey en 2016 en los dieciseisavos de final y el último episodio vivido en el Palacio de los Deportes de Granada ante el Jaén elevan a nueve el total de randas consecutivas perdiendo, seis seguidas con Antonio Vadillo como entrenador.
El historial negativo del Palma Futsal en las tandas de penaltis ha establecido su segunda conexión con la Copa de España, que también le sigue proporcionando sinsabores de forma prolongada desde su debut en Segovia en 2011. Y es que sólo en una de sus diez participaciones ha sido capaz de superar la primera ronda. En Madrid en 2018 el conjunto mallorquín superó a ElPozo en la primera ronda y cayó en las semifinales ante el Movistar Inter, que ha sido su particular bestia negra en el torneo que reúne a los ocho mejores equipos de la primera vuelta.
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