El rey de Europa vuelve a ponerse el traje de la Champions tras superar con nota la Main Round y la Ronda Élite y alargar su condición de invicto desde que se estrenó entre la élite del viejo continente. Después de haber ejercido de anfitrión en las fases previas, el equipo de Ciutat aspira a situarse en el último escalón de la reconquista a costa de un viejo conocido, que reclama venganza y romper la mala racha que le ha acompañado en Europa desde que se coronó por segunda y última vez en 2010 acumulando desde entonces cuatro tropiezos en semifinales.
Sin tres piezas de peso en la pizarra de Antonio Vadillo como Tayebi y Fabinho, baja por lesión, y Bruno Gomes, por sanción, el Palma Futsal sólo cuenta con Gordillo como único pívot y está obligado a reinventarse justo después de tres jornadas sin ganar en la liga desde el parón de selecciones. El equipo se exige un cambio brusco de chip para afrontar un choque de máxima exigencia en el que está obligado a dar su mejor versión recurriendo a otros recursos. Tras la profunda remodelación de la plantilla el pasado verano, la mitad del vestuario sabe lo que es jugar la Final Four y esos galones tienen peso llegados a este punto. También los tiene Rómulo, que vivió las semis del años pasado con la camiseta del Benfica, para hacer valer una jerarquía a la que tendrán que sumarse el buen momento de otros debutantes en estas lides como Bruno Gomes, Ernesto o Neguinho.
Es la hora de los valientes y el mensaje que resuena en la caseta del Palma Futsal no es otro que ser unos mismos. Vadillo incide en la necesidad de volver a demostrar personalidad y el sello de identidad del equipo que ya se ha acostumbrado a mirar a los ojos a los grandes. Extremar la concentración en los detalles, la intensidad y la contundencia tanto en defensa como ataque se convierten en prioritarios para sacar el billete para la final.
El precedente vivido en el Velòdrom Illes Balears invita a pensar en un duelo tenso y con cuentas pendientes cuya temperatura no se corresponderá con la de las gradas del Demirchyan Arena, con capacidad para 6.900 espectadores y la incertidumbre de la respuesta del público armenio ante la dificultad de los seguidores de los cuatro contendientes de desplazarse a unos 5.000 kilómetros de Lisboa, Barcelona y Palma. Será un escenario extraño teniendo en cuenta la atmósfera vivida en el Velòdrom Illes Balears y que sólo es la tercera vez a lo largo de la historia en la que la Final Four se disputa en una sede neutral para los participantes.
El Benfica, por su parte, llega al partido con la intención de cambiar la dinámica que le mantiene a la sombra del Sporting de Portugal a lo largo de los últimos años. Las Aguilas, que ganaron la Supercopa lusa y cerraron la fase regular en el tercer puesto, pretenden dar el golpe con la confianza que les confiere su buena racha de victorias en el campeonato liguero y se aferran a su solidez como bloque para ganarse un puesto en el encuentro decisivo.
En las filas del equipo que dirige Mário Silva lucen dos viejos conocidos del Palma Futsal que dan buena cuenta del potencial que atesora su plantilla. Higor y Diego Nunes, que brillaron con la camiseta verde pistacho, son algunos de los argumentos de los que dispone un Benfica plagado de internacionales y con referentes en el primer plano internacional con pasado en la Liga Nacional de Fútbol Sala como el exazulgrana, Arthur, máximo realizador de los lusos en la Champions con siete tantos.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.