Aritz Aduriz se duele de un golpe en el partido Xerez-Mallorca. | Reuters

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El Mallorca vuelve a toparse esta tarde con uno de esos rivales incómodos por naturaleza -ha ganado 3 veces en Pucela en 17 partidos en Primera- y que además, para mayor incomodidad, está situado en zona de descenso. El conjunto de Onésimo es antepenúltimo y si el Mallorca tiene un 'complejo' esta campaña es la imposibilidad de conseguir buenos resultados fuera de casa ante los equipos que han buscado acomodo en el vagón de cola. Es como una maldición.
Perdió contra el Xerez en Chapín firmando uno de los peores partidos de la temporada. El equipo de Gorosito era colista y se aferraba a la posibilidad de ganar al equipo balear para poder tomar impulso. Ganó. El otro equipo con un color similar al jerezano al que se enfrentó el conjunto balear también en esta segunda vuelta fue el Tenerife. También perdió. Dos de dos.

Equipo herido

Ahora vuelve a aparecer por la escena mallorquinista otro equipo metido en el barrizal de la lucha por evitar el descenso. Está herido, tocado, pero viene de frenar la dinámica perdedora y al menos ha conseguido empatar los dos últimos encuentros que ha disputado. Quiere ganar y sabe que el Mallorca no anda fino cuando cruza el mediterráneo. Sin embargo, el nuevo técnico del conjunto pucelano ha exhibido prudencia durante la semana. Sabe que le va mucho en el envite de hoy y es imprescindible echar mano de la humildad. «Es un muy buen equipo, con muy buenos jugadores y que llega con muy buenas circunstancias. Son muy peligrosos y están luchando por algo que era impensable hace cinco meses», explicó el técnico del equipo vallisoletano. Vecino de Manzano en la ciudad castellana, el Mallorca tendrá que mejorar y mucho sus prestaciones para no perder otra vez el ritmo de sumar puntos. En el vestuario se echan de menos los puntos de Jerez y de Tenerife y más si se tiene en cuenta que la clasificación se va comprimiendo aunque ayer falló el Getafe, lo que significa un balón de oxígeno para el combinado de Gregorio Manzano.
Cada jornada ahora empieza a tener ciertos tintes de final porque sin ir más lejos, el Deportivo, que está a un punto por encima del Mallorca juega en Villarreal y el Athletic, que visita el Pizjuán, está un punto por debajo. Si ambos pierden y el Mallorca saca adelante su encuentro, los baleares continuarán consolidándose en la zona UEFA de la tabla, pero todo o casi todo pasa precisamente por no fallar en un campo donde nunca el once isleño se ha encontrado cómodo.
Sin embargo, esta temporada el equipo balear parece tener bien tomada la medida al conjunto blanquivioleta al que ha ganado en dos ocasiones en Son Moix, una en Liga y otra en Copa. Sólo perdió por dos goles a uno en la ida de los dieciseisavos de final, pero ahí la derrota fue sólo relativamente dolorosa ya que se consiguió un resultado favorable para afrontar el encuentro del vuelta.
Ahora debe aprovechar la situación para desquitarse de una mancha negra que empaña una gran campaña. En Zorrilla se acabaron los regalos. Hay que ganar y punto.