Pep Pons posa sonriente con la camiseta del Mallorca, en presencia de Mateu Alemany, durante su etapa en la Embajada de España en Dinamarca.

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La continuidad de Josep Pons en la presidencia del Real Mallorca comienza a ser insostenible. Mientras la cúpula de la entidad aguarda que el diplomático presente la dimisión en los próximos días para «normalizar» la situación -está apartado de la vida pública por su implicación en un supuesto caso de acoso sexual- las peñas también apuestan, mayoritariamente, por pedir al ex embajador español en Viena que se aparte de la circulación y presente la dimisión, según el sondeo realizado por este periódico.
Las voces autorizadas de la hinchada mallorquinista consideran que Pons dio su primer paso en falso cuando no dio cuenta al consejo del problema que tenía pendiente. Y, después, una vez desvelado el caso, los peñistas opinan de forma casi unánime que debería haber renunciado al cargo hasta que la Oficina de Igualdad de Viena emita un dictamen.
Durante las últimas semanas, la permanencia de Pons en la presidencia del club balear ha provocado algún episodio surrealistas, impropio de una entidad de primer nivel. Sus propios compañeros de consejo de administración tuvieron que prohibirle su presencia en varios actos, como por ejemplo la presentación del equipo ante su afición durante la disputa del Ciutat de Palma o en el estreno liguero frente al Real Madrid del pasado domingo. Toda una invitación a su salida de la SAD.
Rafel Martorell (Peña Calvià) se mostró partidario de su salida: «Pienso que debía de haber dimitido en cuanto se conoció el caso o, en su defecto, ser cesado fulminantemente. El hecho de no haber avisado al consejo es una muestra más de que debía haber sido relegado porque, como presidente del club, está perjudicando la imagen de la entidad».
Tomeu Barceló (Peña Cercle Recreatiu de Felanitx) considera que no es una cuestión «valorar si es culpable o inocente». «Nos centramos en animar al equipo».
Miquel Garro (Peña Graderio) tampoco se mostró partidario de «juzgar a nadie», aunque considera «necesario» un presidente que ejerza porque actualmente «nos encontramos en una situación atípica». «No en vano, no podemos opinar sobre su caso porque hay un dictamen pendiente».
Joan Oliver (Peña Porto Colom) considera urgente que se aclare todo «lo antes posible» por el bien de la institución: «El club tendría que haber estado informado porque supongo que si hubiera conocido la existencia de ese tema personal, no habría sido elegido. Espero que la propiedad lo arregle». Para Oliver, el hecho de que no informara con anterioridad al consejo puede invitar a «sospechar más», aunque tampoco opinó en relación a su situación personal. «El club necesita que alguien le represente de forma definitiva».
Jaume Pujol (Peña Galilea) opina que la situación «incómoda» por la que atraviesa Pep Pons va «en perjuicio de la imagen de la entidad y, por el bien de todos, debe aclararse ya».
Pujol considera prioritario que el diplomático aclare su situación personal: «El club debería nombrar a un presidente y si el señor Pons no tiene que serlo, que lo sea otro. No obstante, suena un poco raro que deje la embajada por la presidencia del Mallorca. Por lo que afecta a la entidad, es evidente que ahora existe un hueco en la presidencia que debería rellenarse».
Paco Soto (Peña Aviación) también estima que Pep Pons se equivocó al no comentar nada al consejo: «Tendría que haber presentado la dimisión una vez que se destapó el caso. Principalmente porque perjudica la imagen del club que está representando. Yo lo hubiera comentado antes, exponer la situación, para evitar este problema».
Xisco Llabrés (Peña Lloseta) calificó de «complicada» la situación personal, aunque apuesta porque se aclare todo lo antes posible.
Andreu Garau, en representación de la Peña Artà, señala como un paso en falso el hecho de no advertir a la directiva sobre esta cuestión: «Sería conveniente que dimitiera si el caso se alarga en el tiempo. Veo lógico que le pidan su dimisión.
Santi Morell (Peña d'Alòs) es partidario de aguardar la sentencia: «Si al final resulta que es inocente, que siga; pero si es culpable no debe seguir ni un minuto más. Ahora bien, sería deseable que se normalizara la situación. Ya está bien de sustos», indicó Morell.