Gonzalo Castro, ayer, durante el entrenamiento del Mallorca. | Monserrat

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Gonzalo Castro ha apagado las alarmas. El centrocampista uruguayo, que el jueves no pudo entrenarse junto al resto del equipo por una contractura muscular en el adductor derecho, se reincorporó ayer al grupo con normalidad y aunque Laudrup tendrá que decidir hoy si le convoca para el encuentro de mañana ante el Málaga, se mostró muy optimista de cara a su posible concurso.

La posible baja del Chori privaría al entrenador del Mallorca de uno de sus efectivos con más pólvora en ataque, aunque el buen momento de Michael Pereira y Emilio Nsue amortiguaría la ausencia del extremo. Sin embargo, Laudrup se apoya en la mejoría que ha experimentado en las últimas horas para reforzar sus argumentos de cara al partido. «Está bastante bien. Ha entrenado con nosotros y ya veremos cómo se encuentra mañana (hoy para el lector)», apuntaba en Son Bibiloni. «No podemos decir nada todavía al respecto, pero el doctor cree que está para jugar. La baja de cualquier jugador es negativa porque tenemos una posibilidad menos, pero ya veremos. No nos vamos a preocupar antes de tiempo», concluía.

Después de un inicio de campaña inmaculado en el que llegó a encadenar sobre el tapete las ocho primeras jornadas, Castro se lesionó tras el golpe de autoridad de Mestalla (firmó los dos goles de esa función) y se perdió la visita del Levante y el desplazamiento a Zaragoza. Tras reaparecer en las última parte del duelo ante el Deportivo, se había reencontrado con la titularidad en el Sánchez Pizjuán, donde asistió a Pereira en el primer gol isleño. Si finalmente llega a tiempo seguramente repetirá de inicio mañana.