El acto de presentación del fútbol de formación 2.0 reunió en las entrañas de Son Moix a futbolistas del Mallorca en sus distintas épocas, | Monserrat

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Un Mallorca de todos y para todos. El club balear, que ha decidido poner fin al deterioro que había sufrido en los últimos tiempos su cantera, apunta al futuro y ha empezado a edificar su porvenir en torno a la factoría de Son Bibiloni. La entidad, que a medio y largo plazo pretende recuperar todo el terreno que ha perdido en ese sentido, descubrió ayer el nuevo proyecto de fútbol de formación 2.0 que desplegará bajo las directrices de la propiedad actual. Además, presentó la llegada de Cedric Thyus como colaborador y anunció que a partir de la próxima campaña volverá a contar en sus categorías inferiores con una escoleta y con equipos en las categorías prebenjamín, benjamín y alevín, que formarán a niños de entre 4 y 11 años de edad.

El objetivo del Mallorca no es otro que comenzar a darle forma a un modelo de formación y a otro tipo de relación con el resto de clubes de Balears, a los que tenderá la mano ofreciendo su colaboración. Por eso, la SAD se rodeó ayer de una porción de su pasado, presente y futuro, así como otros muchos representantes de los distintos ámbitos dal balompié local, para dar un paso al frente y destacar las coordenadas a seguir a partir de ahora por debajo de la primera plantilla.

El encargado de supervisar ese modelo, que tendrá a referentes tan notables como el Barcelona, o el Ajax de Amsterdam, será Cedric Thyus, que explicaba el cambio de rumbo articulándolo en base a tres preguntas. «Se tiene que contar con un por qué, qué buscamos en los jugadores y cómo lo vamos a hacer», señalaba. «La cantera es una creencia, hay potencial de llegar al primer equipo. Hay jugadores de la casa que han llegado a la primera plantilla, han alcanzado un sueño. Necesitamos una estructura sólida que facilite la llegada a la cima. Queremos ser un referente a nivel de formación humana y deportiva. Sabemos que no todos llegaran pero hay que invertir en la formación personal de todos los jugadores».

Thyus subrayó, además, que el Mallorca debe convertir la ciudad deportiva de Son Bibiloni en el vivero del que se nutra a largo plazo. Y lo hará apostando por una filosofía y una metodología muy concreta. «La ciudad deportiva es modélica, hay que aprovecharla al máximo. La forma de rentabilizarlo es formar jugadores para el primer equipo y los entrenadores son básicos para la formación de estos. Otro aspecto fundamental son los clubes colaboradores. Querremos mostrar nuestro trabajo a todos los de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera. Pretendemos que sea una relación bilateral, no decir: 'esto se hará así'. Queremos abrir las puertas. Y habrá una escuela de valores, de formación permanente de los técnicos y clubes colaboradores. Se vigilará el entorno del jugador y que haya colaboración entre estamentos del mismo equipo», agregaba el director formativo.

Esa nueva estructura estará encabezada por el director deportivo, y tras él se situará el director de fútbol formativo, que tendrá bajo su control las áreas de metodológica y de control, de colaboración, de coordinación, servicios médicos, ayudantes técnicos, entrenadores, delegados y encargados de material y detección y captación de jugadores. Así, la primera etapa del fútbol de formación 2.0 pasará por recuperar la etapa de iniciación (de 4 a 11 años con la creación de varios equipos que irán desde una escoleta de fútbol, prebenjamín, benjamín y alevín y se jugará en fútbol 7 o fútbol 11).

Por encima estarán los escalones de pre formación (de 12 a 14 años en la categoría de Infantil), formación (15-16 años en la categoría cadete) y perfeccionamiento (de 17 a 21 años en el juvenil y Mallorca B).