TODOS MENOS AOUATE Y WEBO | Monserrat

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La Copa toma cuerpo hoy en Almería. Lo hace como un bálsamo para el Real Mallorca, atrapado en las arenas movedizas de la Liga, que quiere acallar a los agoreros y cerrar el año con un buen sabor de boca. El equipo isleño olvidará durante unas horas los problemas surgidos en los últimos capítulos del torneo doméstico para recuperar el pulso en la competición en la que se siente más cómodo. De hecho, la escuadra balear es, junto al Sevilla, la única que ha alcanzado al menos los cuartos de final de esta competición en los tres últimos años. (Juegos del Mediterráneo, PPV, 20.00 horas).

El grupo de Laudrup, a la que el bombo obsequió con un cruce aparentemente favorable -en cuartos se cruzaría con el vencedor del Deportivo-Córdoba-, abrirá esta tarde la puerta de los octavos de final ante un Almería asfixiado en la Liga pero que dejó en la cuneta a la Real Sociedad, ganando los dos partidos, en la anterior ronda.

En caída

Aterriza el Mallorca en tierras andaluzas para suturar las heridas sufridas en un diciembre nefasto. Los isleños, que se desplazaron ayer hasta Almería vía Málaga en un viaje de seis horas y sin ningún consejero en la expedición -Llorenç Serra Ferrer, Miquel Coca y Jaume Cladera tienen previsto incorporarse hoy a la concentración- necesitan despojarse de esa imagen de indolencia mostrada en las citas precedentes que han provocado la aparición de las primeras grietas de la era Laudrup .

Con la peor racha de los dos últimos años en el cuaderno de bitácora, la Copa ya no encabeza la lista de prioridades y por ello Laudrup dará descanso a varios titulares. No firmaron la lista de diecinueve futbolistas Dudú Aouate, Pep Lluís Martí ni el Chori Castro, que ya amanecerá hoy en Uruguay. Tampoco estarán en el once los centrales Nunes y Ramis ni el delantero Pierre Webó.

El Mallorca irrumpirá esta tarde sobre el tapete de los Juegos del Mediterráneo con un aspecto radicalmente opuesto al que presentó el pasado fin de semana y que cobren protagonismo los jugadores que hasta ahora han tenido menos participación en la rutina competitiva. Es el caso de tipos como Lux, Rubén, Martí Crespí, Víctor o Cavenaghi, que ya tuvieron su oportunidad en la confrontación de dieciseisavos ante el Sporting de Gijón.

El técnico volteará a toda la defensa. Todo una declaración de intenciones. Por delante de Germán Lux, que volverá a situarse bajo los palos, se ubicarán Edson Ramos Ratinho, que recuperará su plaza en perjuicio del discutido Pau Cendrós; Martí Crespí, Rubén González y Kevin García.

Por delante, compartirán los mandos en la sala de máquinas Joao Victor y Jonathan de Guzmán, con Emilio Nsue y Michael Pereira por las orillas. Arriba, casi dos meses después, volverán a coincidir de salida Víctor Casadesús y el argentino Fernando Cavenaghi, que firmó un doblete ante el Sporting de Gijón en el partido de ida de la anterior eliminatoria.

Las estadísticas del bloque isleño en Almería no invitan precisamente al optimismo. De los cinco encuentros disputados allí, todavía no ha podido celebrar un triunfo, aunque suma más empates (3) que derrotas (2). No obstante, acude al Mallorca a un territorio que también se le está atragantando al conjunto local, que no ha ganado un partido de Liga en su estadio en la presente temporada.

Michael Laudrup puede presumir de una hoja de servicios notable en la Copa del Rey. Durante su primera aventura como técnico en esta competición alcanzó la final con una única derrota -precisamente ante el Mallorca en cuartos- en todo el torneo. Su balance global es de sólo dos derrotas en once encuentros dirigidos.

El Almería, por su parte, se toma la Copa con cierto ánimo de revancha -cayó ante el Mallorca en esta misma ronda hace dos años- aunque mirando de reojo a su delicada situación clasificatoria.

José Luis Oltra, que dejó fuera al mallorquín Baltasar Rigo, que queda libre a final de año, no citó a Juanma Ortiz, Michel, Pellerano y Nieto.

El técnico aseguró que no tira la Copa y que quieren «llegar lo más lejos posible», aunque tendrá enfrente a un rival que lo ha calificado como «un equipo trabajado, como el Getafe».