El jugador del Granada, Moises (2d), intenta controla el balón ante los jugadores del Real Mallorca, durante el encuentro correspondiente a la decimotercera jornada de primera división, que ambos equipos disputaron en el estadio granadino de Los Cármenes. | Efe

TW
7

En pleno Domingo de Resurrección, el Mallorca se ha propuesto sepultar a los fantasmas que le persiguen desde que abrochó el última ejercicio entre temblores y lágrimas de alivio. Casi un año después de empezar a rodar cuesta abajo en la clasificación para acabar protagonizando las escenas más dramáticas de su vida moderna, los baleares permanecen acampados frente a otro cruce de caminos desde el que pueden redactar su propio futuro. Y esta tarde, ante un Granada con el que comparte alojamiento y objetivos, la escuadra de Joaquín Caparrós decidirá las coordenadas a seguir a partir de ahora. Si una victoria le arrimaría a la verja de los cuarenta puntos, dejaría al conjunto nazarí en la cuneta y le concedería un jugoso porcentaje de la permanencia, otro revolcón insuflaría aire a sus enemigos y generaría cierto nerviosismo a su alrededor (Iberostar Estadi, Canal Plus Liga 2 y PPV, 16.00 horas).

Aunque no llegó a avituallarse en las dos últimas metas volantes de su Tourmalet particular (viene de perder de forma consecutiva frente a Barcelona y Sevilla), los resultados anteriores y, sobre todo, el estacazo que le propinó al Sporting en su propia morada, han rebajado la carga del equipo para proporcionarle unas vistas excepcionales, aunque necesita un último empellón y si no lo recibe esta tarde podría acabar complicándose la vida.

Para completar el jeroglífico de la salvación y no dejarse arrastrar por esa refriega que se vive en torno a las plazas de descenso, Caparrós ha reclutado a diecinueve hombres y acabará de seleccionar sus armas antes del partido. Y entre los elegidos destaca por encima del resto la vuelta de Marvin Ogunjimi. El delantero, que ocupa el asiento del lesionado Álvaro Giménez (padece molestias en la zona del pubis), no parece que vaya a formar de inicio ante el Granada, aunque puede que su presencia acabe suponiendo un buen recurso para el técnico en función de lo que depare el enfrentamiento. Con una sola titularidad a cuestas, el fichaje estrella del segundo proyecto de Serra Ferrer no interviene activamente en la vida del equipo desde finales de febrero, cuando interpretó un papel testimonial en Anoeta. Junto a él también reaparece Sergio Tejera, al que unos problemas físicos habían limitado su reingreso en el grupo de las últimas semanas. En cambio, los que siguen sin contar para Capa son Zuiverloon, Joao Victor y Bigas, sus únicos descartes por decisión técnica.

El Granada penetra en Son Moix con el propósito de agregar a sus estadísticas una nueva victoria que le acerque al sector central de la clasificación, donde la temperatura se reduce considerablemente. Y pese a que se sumergen en la cita con el viento a favor tras su paso por El Sardinero, la baja de su portero, Roberto Fernández, va a alterar su fisonomía en una jornada fundamental. Víctima de una lesión en la espalda (hernia discal) que arrastra desde hace ya muchos meses, tendrá que pasar por el quirófano y cederle al brasileño Julio César Jacobi su puesto bajo el larguero. Eso sí, Abel Resino rescata al lateral camerunés Allan Nyom, al central Borja Gómez y al centrocampista portugués Carlos Martins, que vuelven tras dejar atrás sus respectivas sanciones.