Llorenç Serra Ferrer, vicepresidente del Real Mallorca y máximo accionista. | M. À. Cañellas

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El grupo de clubes de la Liga BBVA y de la Liga Adelante conocido como G-30 ha presentado una demanda arbitral contra el Mallorca por un importe global de cerca de 21 millones de euros por haber roto el pasado verano los acuerdos audiovisuales que le unían a este grupo y firmar unilateralmente con la empresa DTS.

Así lo asegura un comunicado oficial del G-30, en el que se señala que la interposición de la demanda fue decidida en una reunión mantenida el pasado día 2 y que ha sido presentada ante el Tribunal Español de Arbitraje Deportivo.

El pasado 16 de agosto el Consejo de Administración del Mallorca acordó, a la vista de varias resoluciones judiciales y de la Comisión Nacional de la Competencia sobre la nulidad de los contratos de cesión de los derechos audiovisuales con una duración superior a 3 años, «comunicar a Mediapro la ineficacia del contrato» que le unía al club a partir del 30 de junio de 2012.

Además, autorizó a sus consejeros delegados la firma de un contrato de cesión de derechos audiovisuales con DTS, del Grupo Prisa, para las temporadas 2012-2013, 2013-2014 y 2014-2015 «con una contraprestación homologable a la de los clubes de similar categoría», entre los que citaba al Celta y al Espanyol.

El G-30 está formado por cinco clubes de la Liga BBVA -Levante, Rayo Vallecano, Granada, Málaga y Valladolid- y dieciséis de la Liga Adelante -Sporting, Sabadell, Elche, Numancia, Xerez, Guadalajara, Las Palmas, Córdoba, Huesca, Alcorcón, Recreativo, Almería, Hércules, Mirandés, Lugo y Ponferradina.