Después de un breve paso por el banquillo de la primera plantilla, Olaizola regresa al fútbol base para dirigir al Mallorca B en su reencuentro con la categoría de bronce.

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Señalado hace poco más de un mes como el artífice de la reacción que llevó al Mallorca a permanecer anclado a la Segunda División, Javier Olaizola Rodríguez (San Sebastián, 1969) pondrá su experiencia al servicio del fútbol base. Después de cerrar de la mejor manera posible un ciclo de tres partidos agónicos a los mandos de la primera plantilla, el exfutbolista y técnico vasco se coloca ahora al volante del filial, que regresa esta temporada a la categoría de bronce tras su amargo descenso del año pasado. Lo hace sin un gramo de decepción a cuestas y con el deseo de empezar a conjugar, desde ya, todos esos objetivos que le exige el nuevo cargo.

«Evidentemente, mi ilusión siempre va a ser coger el primer equipo, pero también entiendo que ha habido una persona a la que le han ofrecido la responsabilidad de la dirección deportiva que considera que debe ocupar ese puesto otra persona y yo estoy satisfecho y feliz por seguir perteneciendo a esta gran familia», señalaba Olaizola en su puesta de largo como técnico del equipo nodriza. «Además, el filial no es un equipo cualquiera y el reto como entrenador es importante. Y si en algún momento me necesitan en el primer equipo ahí estaré para ayudar», destacaba.

«No estoy decepcionado, ni mucho menos», proseguía el vasco. «Estoy muy ilusionado y con ganas de empezar porque el objetivo es muy interesante. Hay dos componentes de que deben ir unidos, como es la formación de jugadores y la propia competición, en la que trataremos de defender la categoría para que el salto al primer equipo sea menor. Estoy deseando arrancar».

Olaizola también se esforzó en dejar claro que sus diferencias con Nadal están más que olvidadas. «Con Miquel Àngel tuve hace once años la historia de la Copa, pero a partir de ahí hemos tenido muchos encuentros y han sido correctos. Siempre he dicho que es un buen tío, aunque en aquel momento tuvimos un rifirrafe por el levantamiento del trofeo. El entendimiento ha sido total y trabajamos para lo mismo».

El nuevo preparador del Mallorca B, que levantará el lunes el telón de la pretemporada, trabajará en todo momento con una base ya establecida de «gente de la casa», a la que tratará de incorporar una serie de refuerzos que encajen en el proyecto desde el punto de vista económico.

El presidente Biel Cerdà, por su parte, subrayó su confianza en Olaizola y se disculpó por su negativa inicial a que cogiera el primer equipo en plena carrera por la permanencia. «Fue el artífice de nuestra situación y ha permitido que el Mallorca esté esta temporada en Segunda. En tres partidos hizo algo en cuanto a la actitud de los jugadores que no se veía en año y medio. Nadal ha considerado que sea el técnico del filial por méritos propios y es una persona de club, un gran mallorquinista que asumió un reto que daba vértigo. Ya he pedido disculpas porque en su momento no entendía que asumiera una responsabilidad tan grande, pero dio un vuelco a una situación crítica», resaltaba.