Utz Claassen, pensativo, durante un momento de la entrevista. | Pere Bota

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Cuatro años después de irrumpir en el club balear, Utz Claassen (Hannover, 1963) se ha apoderado de los mandos del Real Mallorca con «ilusión y responsabilidad», tras una inversión superior a los 6 millones de euros. Junto a su esposa Annette, el primer propietario extranjero en la historia del club aglutina el 94,7% de las acciones.

Según el alemán, devolver al equipo a Primera es su «sueño más grande»; considera que la entidad balear se puede beneficiar de sus contactos y espera que su era represente «estabilidad y paz institucional».

Para Classen «los objetivos están claros: ascenso a Primera, reestructurar una organización desestructurada, poner orden y ofrecer ilusión». Y opina que «si miramos la situación deportiva, el objetivo tiene que ser el partido a partido y aumentar el margen en relación con el descenso para no entrar en complicaciones».

El nuevo propietario del R.C.D. Mallorca opina que «hay que aglutinar más afición, ganar más seguidores, trabajar más en Palma y en el resto de la Isla. Y hay que tener en cuenta los millones de turistas que nos visitan e intentar atraerles al menos una vez al estadio de una forma u otra. Las oportunidades son grandes, pero desde Segunda es más difícil».

Utz Classen no cree que el Mallorca suba a Primera división esta temporada. «Hay que ser realistas. No es muy probable por cuestión de tiempo y de lógica. Obviamente, no quiero eliminar la posibilidad del ascenso, es mi sueño más grande; pero la probabilidad y los números nos alejan del ascenso esta temporada».