El Levante se lleva el Ciutat de Palma del centenario

Mallorca: Cabrero; Campabadal, Aveldaño, Henneböle, Oriol; Brandon, Yuste, Javi Ros, Lima; Fofo y Cedric.También jugaron Coro, Timón, Acuña, Sastre, Company, Joselu, Sabater, Gomes

Levante UD: Rubén; Juanfran, Simao, Trujillo, Iván López; José Mari, Toño, Verza, Camarasa; Ghilas y Deyverson. También jugaron Morales, Víctor Casadesús,Roger

Goles: 0-1, min. 56: Iván López.

Árbitro: Cuadra Fernández (Comité Balear). Amonestó a Ghilas y Simao, del Levante.

Incidencias: Partido correspondiente al 40 Trofeo Ciudad de Palma disputado en el estadio Son Moix ante unos 3.000 espectadores. Antes del partido, el Mallorca presentó a sus equipos de las divisiones inferiores.

La presentación del Real Mallorca ante su afición en Son Moix no tuvo el mejor de los finales, y el Levante alzó por primera vez este trofeo tras noventa minutos intensos, que mostraron detalles y también aquello que al equipo aún le falta por mejorar a estas alturas de la temporada.

Los bermellones sacaron de inicio un once con muchas caras nuevas. Ambos comenzaron pausados, tanteándose, y el Mallorca intentaba conectar con balones largos con los hombres de arriba. Por su parte el Levante, bien situado sobre el campo como cabía suponer en un equipo de primera, contenía los intentos con tres centrales y un centro del campo bien poblado, y trataba de imponer su superioridad por las bandas.

Yuste y Aveldaño dieron equilibrio y personalidad al equipo en el primer tramo, y Brandon y Cedric intentaron buenas internadas, que en cambio no consiguieron penetrar en el área rival.

La primera la tuvo Jose Mari antes del cuarto de hora, al dejar la defensa mallorquina una pelota muerta a las puertas del área, y el centrocampista del equipo valenciano disparó alto, por encima del marco de Cabrero. Poco después Aveldaño lo intentaba de cabeza sin demasiadas opciones, a centro de Javi Ros.

El conjunto granota dominaba la posesión con Camarasa y Verza, y ello obligó a retroceder líneas a los de Albert 'Chapi' Ferrer, quien vivió todo el partido con intensidad desde el área técnica. El ecuador de la primera parte llegó con la sensación de que el gol del Levante no tardaría en aparecer.

A base de recuperación y balón al espacio, los de Lucas Alcaraz empezaban a trenzar y a rematar sus superioridades. El Mallorca no lograba contraatacar, pero con sufrimiento resistía atrás. Entonces Fofo a punto estuvo de sorprender a Rubén, pero su lanzamiento salió alto por poco en la única opción clara de los de 'Chapi' antes de la media hora.

A los mallorquinistas les faltaban espacios arriba y Javi Ros lanzó fuera un tiro de falta escorado a la derecha de la portería.

Cabe destacar un fallo inexplicable de la defensa que levantó los primeros pitos en Son Moix. Una combinación entre Cabrero y Aveldaño pudo complicar la vida de los rojillos si Ghilas lo hubiera aprovechado. Poco después, el delantero argelino vio la primera amarilla del partido, tras intentar un remate acrobático e impactar de lleno en la cara de Tobias Henneböle, que necesitó ser atendido antes del descanso.

Quedaba tiempo aún, y Verza lanzó desde fuera del área muy cerca de la portería del Mallorca antes del pitido del árbitro.

La segunda parte arrancó en Son Moix con una ristra de cambios en los locales y ninguno en los visitantes. Cambios en la portería con otro debutante, Wellenreuther. También entraron Company por Campabadal, Tià Sastre (Yuste) y Moutinho (Brandon), Coro por Lima y Acuña por Cedric. Aparecía así la dupla de delanteros que más ha ilusionado a la afición. Cada uno acabó aportando, aunque sin llegar a conseguir su meta.

En el 51, el portugués Moutinho chuta centrado y estrena al portero Rubén, que detuvo la primera en lo que llevábamos de partido. Tres minutos después, el Toro Acuña apareció por primera vez, aunque el meta levantino respondió bien.

Aún se asentaban los dos equipos en el terreno de juego cuando el lateral derecho del Levante Iván encuentra un espacio en la frontal, se interna y lanza, marcando un auténtico golazo por toda la escuadra en el minuto 56.

El Mallorca contestó obligándose a adelantar líneas. Llegó un nuevo remate de cabeza de Aveldaño, que no conectó esta vez con el pase de Ros, saliendo nuevamente desviado. El técnico catalán siguió con los cambios y dio entrada a cuatro futbolistas: Hugo Gomes (Tobias), los jóvenes del filial Joan Sastre (Oriol) y Damià Sabater (Javi Ros), y Joselu (Fofo).

Poco después se dispuso el primer cambio de Lucas Alcaraz. El mallorquín Víctor Casadesús volvió a la que fue su casa y recibió el calor de la afición sustituyendo a Jose Mari.

El doble pivote mallorquinista había quedado por entonces en manos de los jóvenes del filial. Coro ocupó la mediapunta por detrás de Acuña, Moutinho cambió a la izquierda y Joselu lo intentó desde la derecha.

Víctor estuvo a punto de marcar en el 69 al rematar prácticamente solo un saque de esquina. El equipo valenciano se encontraba bastante cómodo manteniendo el resultado a favor, mientras el Mallorca seguía mostrando algunas carencias de comunicación entre sus componentes.

En el 72, recuperación en la medular de Tià y chut lejano de Coro que roza la escuadra; con seguridad la mejor ocasión de los locales hasta el momento. Joselu y Moutinho intentaron surtir de balones desde la banda, pero los levantinos, muy asentados en defensa durante todo el encuentro, rechazaban cada envestida.

En el tramo final, el Mallorca trató de imprimir velocidad, pero no llegaba a enlazar con la punta de ataque. Víctor también causó peligro tras un robo del recién ingresado Roger, que Aveldaño resolvió con sangre fría. Con el tiempo casi agotado, Morales tuvo una ocasión de contraataque con superioridad que casi le cuesta a los de Ferrer el segundo. En la otra portería, Moutinho regateó y sirvió un centro que Joselu remató directamente fuera.

Nada pudo evitar la sequía ofensiva. Ni siquiera el central argentino Aveldaño, uno de los destacados del encuentro, colocándose como un delantero más. Acuña provocó la última ocasión, sufriendo una dura entrada que acabó mansamente en las manos del portero rival. El árbitro pitó y acabó un encuentro trabajado por los mallorquinistas, aunque les faltó claridad en las oportunidades y serenidad y compenetración atrás.