El Mallorca no ha mostrado su mejor versión en Lugo. | Eliseo Trigo

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Lugo 2 - 1 Mallorca

CD Lugo: José Juan; Lemos, Carlos Hernández, Dealbert, Manu; Seoane, Pita; Iriome, Sergio Marcos (Campillo, min.56), Jonathan Pereira (Igor Martínez, min.78); y Joselu Moreno (David Ferreiro, min.62).

Real Mallorca: Wellenreuther; Campadabal, Company, Aveldaño, Joan Oriol; Arana (Salomao, min.70), Damià, Sissoko, Pereira (Lago Júnior, min.78); Ortuño (Óscar Díaz, min.60) y Adrián Colunga.

Goles: 1-0, min.22: Joselu. 1-1, min.80: Damià. 2-1, min.92: Seoane.

Árbitro: Ocón Arraiz, del colegio riojano. Amonestó a Carlos Pita (min.49), por parte del Lugo; y a Sissoko (min.61), del Mallorca.

Ya lo dijo Fernando Vázquez, algunos goles del Mallorca son «para ponerles música de los hermanos Marx», porque «son de risa, parece que lo hacemos adrede». Y en Lugo ha pasado lo de siempre. Un rocambolesco gol ha sumido al conjunto bermellón en la dinámica habitual de no generar ocasiones de peligro y sufrir durante casi todo el partido, una prolongación del juego que ha desplegado el equipo mallorquinista durante gran parte de la temporada. Sin embargo un tanto de Damià Sabater ponía las tablas en el marcador y devolvía la tensión al encuentro, pese a que en el tiempo de descuento los locales han hecho valer su insistencia y han logrado la victoria.

Esta nueva final para el objetivo de la permanencia ha empezado bien para el Mallorca. Pese a jugar como visitante, el equipo ha controlado el balón en los primeros minutos del encuentro. Sin embargo los locales han dejado claro que no les iban a poner las cosas fáciles, sobre todo en defensa, donde no han sufrido peligro excesivo en los compases iniciales. Pero ha sido el equipo bermellón el que ha hecho la primera gran aproximación gracias a Colunga, quien ha recibido un balón en la frontal del área y, bajo la presión de los centrales del Lugo, ha armado un disparo precipitado que ha ido con mucha fuerza a las manos del portero. Pero los de Fernando Vázquez han pasado de amenazar la portería contraria a encajar un gol. El contraataque de los locales ha culminado con un disparo de Joselu después de que Pita diera un centro que se ha paseado por el área sin que nadie lo despejara.

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El tanto, que ha supuesto un jarro de agua fría para el Mallorca, ha devuelto a los de Fernando Vázquez a la dinámica de no conseguir adentrarse con peligro en el área contraria. Lo intentaba Pereira desde fuera del área, pero enviando el balón directamente fuera. Sin crear ocasiones llegó un nuevo disparo entre los tres palos del Lugo, esta vez con un disparo de Pita que detuvo Wellenreuther.

Sin embargo, en los momentos más opacos de los jugadores mallorquinistas llegaba una nueva ocasión desperdiciada. El colegiado pitó falta del portero local por coger dos veces el balón con las manos, pero los jugadores de Fernando Vázquez, en un intento de sorprender sacando el libre indirecto rápido, no consiguieron conectar el pase y terminaron enviando el balón fuera para saque de puerta. Con esta jugada instantes antes del final el partido llegó al descanso.

Con la reanudación el Lugo buscó el gol de la tranquilidad, pero se encontró con un magistral Wellenreuther que frustró dos claras ocasiones. La primera, un minuto después de empezar la segunda parte, la tuvo Joselu, quien tras un saque de esquina consiguió armar un disparo en el punto de penalti que detuvo el portero del Mallorca. La segunda fue instantes después, cuando el guardameta alemán desvió con los pies un disparo de Pita.

Los de Fernando Vázquez no desistieron y presionaron más arriba para buscar el gol del empate, con lo que consiguieron generar más peligro que en el primer tiempo. Tanto es así que Ortuño, momentos antes de ser sustituido, reclamó penalti tras recibir un balón en el área, aunque el colegiado no consideró que hubiera acción antireglamentaria.

Los minutos pasaban y la tensión del Mallorca por empatar también, aunque no se tradujera en el juego. Sin embargo, en el minuto 79 Damià Sabater conseguía el gol del empate gracias a un centro de Sissoko, quien ante la imposibilidad de tirar desde la frontal del área cedió el balón para que su compañero, con un potente disparo cruzado, sorprendiera al portero local.

La intensidad en los minutos finales creció a medida que se acercaba el final del tiempo reglamentario. Ambos equipos buscaban un hueco en la defensa contraria para marcar el gol de la victoria, pero al final han sido los locales los que han hecho valer su insistencia. Seoane, con un potente disparo raso, ha sentenciado el partido marcando el segundo tanto del encuentro.

La derrota vuelve a llevar al Mallorca al filo del abismo, a un solo punto de los puestos de descenso a falta de siete partidos para terminar la temporada.