Ajeno a la crisis que sacude al club, el Mallorca juvenil vuelve a instalarse entre los mejores y el mes que viene iniciará una nueva participación en la Copa del Rey, donde le espera el Betis. | Foto:Pere Bota

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Mientras el futuro del Mallorca se sujeta con un par de alfileres y la ruina del primer equipo amenaza con llevárselo todo por delante, la cantera respira a pleno pulmón y aporta los únicos rayos de luz que se dejan ver por Son Bibiloni.

Ajenos a la contaminación y a esa crisis que se vive un par de plantas por encima, los juveniles del club siguen fondeados entre los grandes. Segundos de su grupo de División de Honor, en el que tras treinta jornadas solo les ha superado el Barcelona, se arremangan ahora para participar una vez más en la Copa del Rey, una prestigiosa competición a la que solo tienen acceso los dieciséis mejores equipos de España. Un torneo en el que la entidad ha dejado varias veces su huella gracias a todo ese talento que se moldea en los campos de la carretera de Sóller. Tras chocar contra el Sevilla y el Madrid en sus últimas intervenciones, el próximo 14 de mayo empezará un nuevo viaje, esta vez con el Betis colocando el primer obstáculo.

Vuelve a tener premio la temporada para el equipo que dirige Santi Miralles, que disfrutará en la Copa de su cosecha de la liga. En el torneo regular dibujó 19 victorias y solo cedió cuatro derrotas, ante Cornellà, Espanyol, San Francisco y Sant Andreu. Curiosamente, las tres primeras las sufrió en casa, en el mismo terreno de juego sobre el que recibirá al Betis. Los sevillanos, por su parte, sacaron el pasaje para la competición como los mejores terceros clasificados en una liga que se resolvió por centímetros.

Los verdiblancos sumaron 74 puntos, mientras que el Málaga y el Sevilla atraparon 75. Y a diferencia del Mallorca, el conjunto que dirige Pablo del Pino ha padecido casi todos sus resbalones como visitante y solo el Córdoba le metió mano en su centro de operaciones.

PRESTIGIO
Junto al caramelo de disfrutar de una competición tan exclusiva como la Copa se encuentra además el reconocimiento de ver otra vez al Mallorca entre las canteras de referencia, un dato que dice mucho del trabajo a la sombra que se realiza por tipos como Carlos Sureda, uno de los responsables de la cantera, en las entrañas de la ciudad deportiva. No es casualidad que el equipo, que compite en un grupo particularmente exigente como el catalán, renueve con tan poca frecuencia su pasaporte para el torneo. Tampoco lo es que de los dieciséis equipos que compiten este año catorce correspondan a clubes de Primera División. Solo el Tenerife y el Mallorca rompen esa tendencia.

El sorteo, celebrado ayer en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, deparó también los siguientes enfrentamientos de octavos de final: Alavés-Celta, Deportivo-Osasuna, Barcelona-Sporting, Las Palmas-Real Madrid, Sevilla-Valencia, Villarreal-Málaga y Atlético-Tenerife. Los colchoneros, actuales campeones, defienden el título que le ganaron el año pasado al Madrid, precisamente en Son Bibiloni.