El Mallorca deslizó en el Nuevo Los Cármenes las cortinas de un año en el que ha escenificado 44 partidos oficiales, de los que 41 corresponden a sus compromisos de Primera y Segunda División y los otros tres a la Copa del Rey. Y, lógicamente, el color predominante ha sido el verde. Ha ganado 18 partidos, ha empatado 14 y solo ha perdido 12. Cuatro partidos necesitó el Mallorca para celebrar la primera victoria del año. Tras un final de 2020 galáctico, en el que llegó a encadenar 18 partidos sin perder (17 de Liga y otro de Copa), el conjunto de Luis García Plaza se fue a celebrar la Navidad después de una derrota contra el Fuenlabrada —los madrileños se acabarían revelando como la bestia negra de la temporada— que le bajó a la tierra y le arrebató esa armadura que le había proporcionado la imbatibilidad.
Enero empezó con un empate de poco sabor en Oviedo, con una salida prematura de la Copa, también a manos del Fuenlabrada, y una caída en casa frente a Las Palmas. A partir de ahí, la nave se fue enderezando, todo volvió a su cauce y el Mallorca solo sufrió pinchazos puntuales. Algunos más desgarradores que otros —como el patinazo en casa contra el Espanyol o la goleada recibida, como no, en Fuenlabrada—, pero normalmente muy espaciados en el calendario. La regularidad del grupo y los continuas salidas de pista de sus perseguidores propiciaron el cierre anticipado de la temporada. El Mallorca le ponía el sello a los papeles del ascenso sin jugar, desde su hotel de concentración en Santa Cruz de Tenerife y tres partidos antes de que acabara la Liga. Por primera vez, se esquivaban las promociones, los playoffs y el suspense de otros tiempos.
El Mallorca trepó hasta la azotea acompañado de Espanyol y Rayo y tras una pretemporada sin sobresaltos empezaba a asfaltar la senda de la permanencia. Y ahí precisamente reside la otra gran noticia del año. Después de las últimas actualizaciones que ha sufrido estos días la clasificación el agujero del descenso se queda a cinco puntos para los bermellones. En la segunda mitad del año, el rendimiento se ha reducido por el cambio de escenario y el salto de categoría aunque sus números siguen estando por encima de los que dejó en 2019, en su anterior ascenso con Vicente Moreno sentado en el banquillo.
Base
El Mallorca ha circulado por el 2021 propulsado por los futbolistas que han formado parte de su columna vertebral desde el descenso a Segunda B. En ese sentido, el jugador que más protagonismo ha tenido a lo largo del año es Dani Rodríguez.El centrocampista gallego, imprescindible para los dos cuerpos técnicos con los que ha trabajado en Son Moix, ha disputado un total de 39 partidos con el equipo durante el año natural. Por delante de Reina (37), Valjent (36), Baba o Salva Sevilla (31). A su vez, el de Betanzos ha marcado cinco goles y procede al cambio de año siendo el máximo realizador bermellón de lo que va de temporada, por delante de consumados especialistas en esas labores como Ángel Rodríguez, Fer Niño o Abdón Prats.
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