Lago celebra en Málaga uno de sus últimos goles con el Mallorca. | Carlos Gil-Roig -

TW
6

El Mallorca prende la mecha de la operación salida. El club balear, que necesita hacer sitio en el vestuario para poder reforzarse una vez que se abran las puertas del mercado de invierno, tiene muy avanzada la cesión hasta final de curso de Lago Junior al Huesca, que además incluiría una opción de compra. El extremo, inédito con el equipo bermellón desde el pasado mes de octubre y con contrato hasta 2023, liberaría una ficha para pelear por el ascenso con el conjunto altoaragonés que dirige Xisco Muñoz.

Lago Junior ha sido uno de los futbolistas menos utilizados por Luis García Plaza durante la primera vuelta que acabará el próximo día 2 con la visita del Barcelona a Son Moix. El africano, que todavía arrastra una lesión muscular que sufrió con su selección y de la que se recupera estos días en Huelva, donde pasa las fiestas con su familia, apenas ha contado para el técnico en los primeros meses de competición. Ha disputado 173 minutos repartidos en seis encuentros y solo ha sido titular en uno de ellos, el del Santiago Bernabéu frente al Real Madrid. Lleva dos meses sin intervenir en ningún encuentro y la última vez que se vistió de corto fue el 23 de octubre, en Mestalla.

Lago no ha podido abrirse camino en una de las posiciones mejor cubiertas del campo para el Mallorca y ha perdido casi todo el protagonismo que había tenido en años anteriores. La temporada pasada, sin ser de los más importantes, tuvo un recorrido más amplio y contribuyó al ascenso con cuatro tantos. En el Huesca está llamado a tener un papel relevante. El equipo de El Alcoraz, en la mitad de la clasificación, quiere subir de nivel en la segunda vuelta y desempolvar su candidatura al ascenso, un tipo de reto en el que Lago ya cuenta con una sobrada experiencia. Los aragoneses esperan recibirlo en cuanto el equipo regrese a los entrenamientos la semana que viene.

El más ‘veterano'

Si se confirma la salida de Lago el Mallorca perderá a uno de los dos únicos supervivientes del descenso a Segunda B y al futbolista que más tiempo acumula en la plantilla. Llegó a Son Moix en enero de 2016 de la mano de Maheta Molango tras abonar su cláusula de rescisión al Mirandés y desde entonces ha vivido en primera persona el rosario de descensos y ascensos que ha protagonizado el club a lo largo del último lustro. En octubre llegó a los doscientos partidos como bermellón. El marfileño, que en breve cumplirá 31 años y lleva casi doce en España, alcanzó la internacionalidad con su país en 2020 y ha estado en las prelistas para participar en la Copa África que se jugará dentro de unas semanas en Camerún, aunque finalmente ha sido descartado.