El peor escenario en el peor momento. El Mallorca ha activado la cuenta atrás mientras se hunde en las profundidades de la Liga. Víctima de una serie de resultados devastadores (6 derrotas consecutivas y 10 partidos perdidos de los últimos 12), el equipo de Luis García ha caído por debajo del nivel del mar por primera vez en lo que va de temporada y pasará las dos próximas semanas sumergido entre los puestos de descenso, luchando por salir a flote junto a Alavés y Levante. A falta de nueve jornadas, el territorio en el que se decide todo, el horizonte está más nublado que nunca.
El equipo bermellón lleva varado en los 26 puntos desde el día San Valentín, cuando celebró su última victoria a costa del Athletic (3-2), y se ha desprendido definitivamente del colchón que le separaba del suelo. Lo peor es que, dejando a un costado los números, las sensaciones no son mucho mejores. El grupo ha perdido su identidad sobre el terreno de juego y las señales que emite son cada vez más preocupantes. Sin cambios a la vista —en principio Luis García Plaza seguiría en el banquillo, como mínimo, hasta el partido contra el Getafe—, la plantilla tiene casi doce días por delante para rearmarse en la intimidad de su cuartel general y buscar una reacción o un antídoto contra la crisis.
Bajón
La pérdida de altura del Mallorca ha sido gradual. Despertó a lo grande, concentró sus mejores momentos en las primeras jornadas del curso y llegó a fijar su techo en la quinta plaza de la tabla. Eso sí, tras solo dos jornadas disputadas en las que arañó un empate frente al Betis y una victoria contra el Alavés. A partir de ahí, no ha vuelto a volar más alto ni había sufrido bajones demasiado acentuados. Su mejor argumento era su habilidad para vivir lejos de un fuego que llegó a tener a siete puntos de distancia y estableció esa barrera de protección de más de dos partidos hasta en cuatro ocasiones: tras empatar en Son Moix contra el Villarreal (jornada 5), tras ganar al Levante (jornada 8), tras firmar su mayor conquista en el Metropolitano (jornada 16) y después de sumar un punto ante el Celta en un partido que mató el viento (jornada 17).
Los problemas de verdad para el Mallorca empezaron poco antes del final de la primera vuelta y se expandieron al rebasar el ecuador de la competición, donde solo ha sido mejor que dos equipos: Granada y Rayo Vallecano. Solo ha puntuado en dos encuentros, los de sus victorias contra Cádiz y Athletic; el resto, se le ha escapado por el desagüe. El Mallorca ha sido arrastrado por dos malas rachas de resultados que han acabado fundiéndose en una para recordar que, ahora mismo, el equipo ya ha perdido más de la mitad (15) de los partidos que ha jugado (29). Un agujero que ha encendido todas las alarmas y que ha rebajado de forma preocupante la proyección de puntos a final de campaña. En estos momentos sería de solo 34.
Mala racha
La hilera de malos resultados actual es de las que dejan huella. Hace dos años, con Vicente Moreno y antes del último descenso a Segunda, el Mallorca llegó a pasar por tramos de cinco derrotas en seis jornadas y de nueve en una docena de encuentros. Con Joaquín, en la temporada 2012-13, llegó a encadenar once partidos sin ganar en los que sufrió nueve derrotas. El volumen de puntos de esta temporada está todavía por encima de los de hace dos temporadas (sumaba 25 y era 18º), de los del ejercicio 2012-13 (era 19º con 24) o los de la 2004-05 (estaba en el puesto 18ª con 24 puntos). En ese última, en cambio, acabó enderezando la nave a tiempo y salvando la categoría, el mismo premio por el que ahora pelea. El equipo de LGP ya ha planificado estas próximas semanas de entrenos y, paralelamente, el club ha empezado a trabajar para unir a la plantilla y a la hinchada antes de las jornadas finales, determinantes para la remontada: «Hi creim i vos necessitam, afició!».
El apunte
El 9 de abril, ante el Atlético
2 comentarios
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Mirandes x2 Racing, Cartagena y CornellaEstoy de acuerdo contigo. Ha habido muchas oportunidades para despachar a un desnortado LGP, pero la última era ahora, dando al nuevo dos semanas para recomponer el equipo. Un nuevo entrenador no es garantía de nada, pero mantener al actual asegura el descenso a segunda. He leído que Kolberg asistirá al partido en Getafe y, después de presenciar la nueva derrota de los de LGP, volverá con el equipo a Palma. Me temo que ya será demasiado tarde.
Los propietarios de pasan del Mallorca. Ahora tienen tiempo para cambiar de entrenador y preparar el partido contra el Getafe. Con este entrenador, vamos a perder fijo y el Getafe ya se pondrá a 7 puntos y como al Cádiz le dé por ganar a 4. Bueno ya lo tengo asumido, el año que viene a Segunda, lo han podido remediar, pero no han querido. Y en segunda olvidaros de que quiten las pistas de atletismo