Aguirre, junto a  Amor, durante la sesión de este martes. | CATI CLADERA

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La final ante el Getafe llena por completo la agenda de Javier Aguirre y Toni Amor. No lo tendrán fácil. La ausencia de los internacionales Baba, Valjent, Take y Muriqi han mediatizado el trabajo y lo mediatizarán hasta el viernes cuando pueda disponer de todos ellos. A partir de ahí habrá que valorar en qué estado físico llegan y si están o no a disposición para jugar en Getafe. Baba, por ejemplo, ayer se lesionó.

Sin duda los cuatro jugadores deberían ser de la partida en el Coliseum Alfonso Pérez. En estos momentos el principal problema que debe atajar el dúo de técnicos del Mallorca es detener la sangría de goles en contra. Ya lo intentó Luis García sin conseguirlo y el problema por lo tanto se ha trasladado ahora y es el que intenta solucionar la nueva dirección técnica del primer equipo. Una de las posibilidades es tratar de dar mayor solidez a la zaga intentando cubrir mejor la portería. Existe la opción de jugar con tres centrales intentando dar mayor seguridad a la zaga, sin embargo, la baja de Raíllo mediatiza mucho el plan. Se trata de un problema central, de un inconveniente importante porque si la opción es alinear a tres hombres en el eje con Russo y Sedlar, que podrían jugar junto a Valjent, eso supondría tocar en exceso el plan anterior y tampoco    se va a llevar a cabo una revolución tan considerable.

El gran inconveniente, sin duda, es la baja de Antonio Raíllo, un futbolista capital en defensa y el líder en la retaguardia. Su presencia, más allá de que existe un problema colectivo en al zaga, es muy importante porque es el futbolista que suele equilibrar esa parte del campo y sobre el que recae mucha responsabilidad. Su baja es muy sensible y es evidente que trastoca los planes de Amor y Aguirre. Ante el Getafe parecería razonable jugar con tres atrás, el equipo ya ha jugado con este sistema en ciertos partidos, pero posiblemente también se decante por aumentar el orden desde la normalidad.

Confianza

De esta forma se supliría la baja del cordobés por Russo y se daría confianza al resto de jugadores como Maffeo, Valjent (que este martes no jugó con su selección) y Oliván que cubriría a Jaume Costa, sancionado. La necesidad de dar solidez al trabajo defensivo puede también mediatizar los hombres en la sala de máquinas. Solo desde la solvencia atrás se podrá resucitar en lo que resta de temporada. Javier Aguirre sigue mirando al filial para conocer mejor a todo su entorno y ayer futbolistas de la cantera como Toni Frau y Juan Carlos Quirós así como el portero menorquín Quevedo y el delantero Susarte subieron al primer equipo. Entre las bajas por lesión y los internacionales el grupo se ha reducido sensiblemente y la semana permite a los dos entrenadores conocer mejor a los efectivos tanto del primer equipo como del filial y el juvenil. Los goles encajados han sido la sentencia de Luis García y encontrar un equilibrio entre los anotados y los recibidos es fundamental porque por el momento la balanza está claramente inclinada hacia los recibidos. En total 49 lo que le convierte en el segundo equipo que más goles encaja de Primera División. Por contra solo ha marcado 26 y eso supone un problema capital. Necesita generar mucho para poder marcar y eso siempre supone un inconveniente porque en cada partido encaja.

Por eso Luis García antes y ahora también Aguirre quiere poner freno a esa lacra. El mexicano lo consiguió en su etapa en el Leganés y casi salva la categoría. Ahora deberá hacer lo mismo para aumentar las prestaciones de un equipo que afronta la recta final en zona de descenso. Alavés y Levante solo están por debajo, pero afortunadamente Cádiz y Granada e incluso el propio Getafe están a tiro de piedra. Todos son conscientes que un triunfo este sábado en Madrid tendría un valor doble.