Foto de familia de la Asociación de Exjugadores del Real Mallorca sobre el césped de Son Moix antes de la tradicional comida de final de año. | miquel a. canellas

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La Asociación de Exjugadores del RCD Mallorca ha celebrado este jueves su tradicional comida de final de año, un emotivo encuentro a manteles que congregó en las entrañas de Son Moix a una porción notable de la historia del club para celebrar las próximas fiestas navideñas, recordar a los que ya no están y brindar por el pasado, el presente y el futuro de la entidad que ha unido sus vidas.

Los exfutbolistas, encabezados por el presidente y el vicepresidente de la Asociación, Paco Soler y Manolo Liébana, y por algunos de sus miembros más ilustres, como Joan Forteza o Julià Mir, estuvieron acompañados por todos los estamentos del Mallorca. Desde la primera plantilla, representada por uno de sus capitanes, Antonio Raíllo, y por el segundo entrenador, Toni Amor, a la dirección deportiva, con Pablo Ortells y Sergio Marty a la cabeza.

Tampoco faltó el CEO de Negocio, Alfonso Díaz, que poco antes había presentado el acuerdo de patrocinio con el Consell de Mallorca; el expresidente Monti Galmés o el primer y segundo entrenador del filial, Julián Robles y Xisco Campos, que compartieron mesa con Chando, actual delegado del primer equipo. Otro de los invitados ilustres fue el presidente de la Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB), Pep Sansó, que acudió acompañado por Manolo Bosch. A la cita, que a diferencia de otro años careció de discursos oficiales, tampoco faltaron otros viejos conocidos del mallorquinismo como Gabriel Vidal, Toni Campoy, Tomeu Pascual, Pablo Maqueda o Ignacio García Mallo.