Javier Aguirre, antes de iniciarse el encuentro entre Mallorca y Almería. | Miquel Àngel Borràs

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Javier Aguirre evitó pronunciarse sobre su continuidad en el banquillo del Mallorca tras conseguir este domingo que el equipo dispute su cuarta temporada consecutiva en Primera División con el empate (2-2) ante el Almería en el estadio Son Moix. «Si sigo o no en el Mallorca no depende de mí», respondió Aguirre a una pregunta sobre la negociación pendiente con la directiva para renovar su contrato, que vence el 30 de junio.

«Siempre he dicho que con mi mujer y yo somos muy felices en la isla. Me gusta lo que veo aquí y estoy contento. La gente es respetuosa, la prensa también lo es conmigo. Nunca he tenido problemas. Soy un hombre frontal y entiendo las cosas, me doy cuenta de lo que pasa; no me voy a quejar ni a llorar», enfatizó en rueda de prensa.

Las declaraciones de Aguirre se interpretan como una despedida del Mallorca. El entrenador de Ciudad de México no ha recibido ninguna oferta de la directiva para seguir al frente del equipo. «Hoy no pudimos ganar porque el Almería hizo un grandísimo partido; además, marcó un golazo (el segundo de Bruno Langa). Ellos hicieron todo lo posible para llevarse los tres puntos y no le doy más vueltas», señaló.

Con unas palabras que dejan entrever su adiós, Aguirre se refirió a lo que había conseguido desde su llegada a la isla en marzo de 2022. «Hemos creado un grupo, una familia en el vestuario. Y lo digo con todas sus letras. Puedo mirar a los ojos de los jugadores con mucho orgullo. Ha habido afecto y cariño y eso para un entrenador es como levantar una 'Champions'», remarcó el técnico mallorquinista.