El delantero francés del Real Madrid Kylian Mbappé (2i) celebra su gol con Jude Bellingham (i) durante la disputa de la Supercopa de Europa de fútbol que Real Madrid y Atalanta disputaron el pasado miércoles en el Estadio Nacional de Polonia, en Varsovia. | EFE / Mariscal

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Al contrario de lo que pensó su hijo, a Jagoba Arrasate no le hizo «ninguna gracia» que el sorteo de la Liga deparara un estreno como entrenador del Mallorca ante el Real Madrid. A buen seguro que anteayer, mientras presenciaba por televisión la final de la Supercopa de Europa, el hijo del técnico de Berriatúa entendía la preocupación de su padre de cara al compromiso que abrirá el próximo domingo la trigésimo segunda temporada del grupo balear en Primera División.

El vigente campeón de Liga y de Champions League se presentará en Son Moix con su primer título en el bolsillo y un ataque demoledor que este curso se ha reforzado con Kylian Mbappé, el objeto de deseo de Florentino Pérez en el último lustro, y que ha llegado a la Casa Blanca a coste cero pero con una prima de fichaje superior a los 100 millones de euros...

El francés vivió un estreno soñado con la camiseta blanca. A pesar de llevar apenas cuatro entrenamientos se entendió a la perfección con los Bellingham, Vinicius, Rodrygo y compañía. Después de un primer tiempo con ciertas dificultades para combinar y para sacar el balón jugado desde atrás -se notó la ausencia del alemán Toni Kroos-, en el segundo acto, con espacios, el Madrid fue un vendaval ofensivo.

Cada robo provocaba una estampida en vertical de los puntas madridistas. Mbappé echó el lazo a la victoria y a la conquista de la Supercopa de Europa con el 2-0. Fue en una acción en la que participó todo el frente de ataque. Rodrygo, Vinicius, Bellingham y Mbappé. El inglés, que completó un segundo tiempo académico, buscó al francés hasta que le encontró y éste envió el balón a la escuadra.

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Jagoba Arrasate, que ya expresó el pasado martes en un encuentro informal con la prensa su preocupación por debutar ante el conjunto blanco porque «nunca es un buen momento para enfrentarte a ellos», debe extraer conclusiones de la final de la Supercopa de Europa y fijarse en las virtudes que mostró el Atalanta y los defectos del Real Madrid. Porque el grupo de Ancelotti sufrió con la presión del equipo italiano, sobre todo en el primer tiempo, e incluso dispuso de buenas ocasiones. Courtois metió una mano cambiada que resultó determinante con 0-0 en el marcador. Pero el Madrid hizo daño cuando se desmelenó. El propio Ancelotti reconoció las dificultades que había tenido durante el choque. «Cuando han bajado el ritmo hemos tenido más espacio y nos hemos adelantado en el marcador», apuntó.

Precisamente en esos espacios y en esa presión es donde más incidirá Jagoba Arrasate en estas últimas 48 horas que restan para el encuentro. El técnico deberá cubrir de cemento los laterales por donde percutirán Vinicius y Rodrygo y también la movilidad de Jude y los desmarques de Kylian Mbappé. Otra de las costuras que mostró el Madrid resultó la línea de creación, aunque Carletto se mostró conforme a pesar del agujero que supone la retirada de Kroos: «Creo que los tres Bellingham, Valverde y Tchouameni han hecho un gran trabajo. No ha salido bien en la primera parte pero en la segunda con más espacio hemos tenido más posibilidad. Los tres han jugado muy bien», afirmó.

Arrasate, consciente de las dificultades, quiere ver a un equipo que compita. La presión tras perdida es uno de los preceptos obligados en su manual. Quiere que el Mallorca transmita su idea, aunque reconoce que le está costando que los futbolistas se adapten al nuevo manual después de dos temporadas bajo el mando de Javier Aguirre. «Tendremos que hacer un partido casi perfecto», apunta Jagoba, al que aún le faltan algunas piezas clave para reforzar la plantilla. El Real Madrid, además, es uno de los rivales que más se le atraganta al técnico vizcaíno. Se ha enfrentado en 16 ocasiones al conjunto madridista con un balance de una victoria, cuatro empates y once derrotas a lo largo de su trayectoria en los banquillos.

El único triunfo que logró frente al vigente campeón de Europa fue en la temporada 2014/2015, dirigiendo a la Real Sociedad, cuando el elenco vasco venció por 4 goles a 2 a un equipo que dirigía también Ancelotti en su primera etapa como técnico del Madrid.

Desde entonces, Arrasate solo ha podido rascar cuatro empates en sus enfrentamientos directos contra el cuadro blanco, repartidos entre sus estancias en los banquillos del CD Numancia y CA Osasuna. El domingo tendrá un nuevo reto. Ante el Madrid... de Mbappé.