Ortells, Kohlberg y Díaz, este miércoles en Yeda. | Carlos Román

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Disfrutar y competir. Es la consigna que se repite una y otra vez en la expedición del Mallorca en Arabia Saudí. El partido del jueves contra el Real Madrid, la segunda semifinal del torneo, marcará todo lo que venga después y tanto los futbolistas como los máximos representantes del club esperan jugar la final y seguir en el país hasta el lunes.

«Tenemos que tratar de disfrutar de estos momentos, que son bonitos y llevan un trabajo detrás muy importante», reconocía este miércoles Pablo Ortells. «Tenemos ganas de hacerlo bien y demostrar que podemos estar aquí y que podemos pelear por el trofeo. Solemos competir en todos los partidos y de eso se trata, de mantener la actitud positiva, la agresividad defensiva y ser creativos con el balón».

Ortells, que vive pendiente de cómo respira la plantilla, espera que tanto Raíllo como Samu Costa estén a tope frente al Madrid pese a haber entrenado a un ritmo inferior en los últimos días y sepultar del todo la eliminación de la Copa del Rey contra el Pontevedra. «El vestuario está recuperado, tenemos mucha ilusión y,, aunque nos fuimos dolidos de Pontevedra, esto es deporte. Hay otro partido y hay que recuperarse rápido. La derrota fue dolorosa, quizás de las más fastidiadas de los últimos años, pero ha pasado, hay que asumirlo, corregir errores y mirar hacia adelante», insistía.

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A Ortells no le preocupa demasiado la presencia de Vinicius en la semifinal contra el Mallorca. «Entendía que iban a caerle dos partidos. Si juega o no dependerá de su entrenador. Cualquier jugador del Madrid tiene mucho talento y son muy buenos todos. Juegue quien juegue, tenemos que estar preparados», advertía antes de lanzar un deseo al aire: «Los compañeros más veteranos del club recuerdan con mucho cariño la Supercopa de 1998.El formato es diferente pero tenemos ganas de repetirlo. Hay que intentar competir, empezando por el Madrid, que será complicado».

Kohlberg, por su parte, reconocía que está «muy contento» de estar en Yeda y «feliz por la oportunidad de poder competir contra grandes equipos y de vivir otro momento histórico para el Mallorca». «Es muy especial. Hace unos años, cuando estábamos en Segunda B no imaginábamos poder llegar a estar aquí algún día. Estamos muy orgullosos», añadía el presidente.

El presidente del Mallorca, en cualquier caso, solo piensa en el Madrid. «Pensamos solo en el próximo partido», reconocía con una sonrisa. «Esto es deporte y nunca puedes mirar más allá de lo que tiene primero. Pero ya hay ganas de que llegue el partido».