El tenista Rafa Nadal diserta sobre la importancia de la cercanía en un mundo cada vez más globalizado en un encuentro organizado por el banco Sabadell en A Coruña. | Efe

TW
9

El tenista español Rafa Nadal se convirtió de forma inesperada en el protagonista de una obra de teatro de contenido homoerótico, después de que el dramaturgo Peter Gil-Sheridan se inspirase en él para su obra The Rafa Play.

El espectáculo, que se podrá ver en Nueva York sólo este viernes y el sábado, está escrito por Gil-Sheridan y dirigido por Morgan Gould, mientras que el actor Juan Arturo interpreta a Rafa Nadal, que tiene un romance con un dramaturgo homosexual.

Gil-Sheridan creó un personaje basado en él mismo que consigue un trabajo en las oficinas de la ATP en Florida y acaba enredado en un tórrido romance con Nadal, al que exhibe a sus amigos como si de un trofeo de caza se tratase.

El dramaturgo explicó a The New York Times que la obra no es «biográfica» y el tenista funciona como «símbolo». «Para mí, como hombre gay, él es el ideal masculino que busco. Así que en parte es él, y en parte no. Es algo gracioso. No está siendo representado como un hombre gay, sino como un símbolo gay», dijo Gil-Sheridan.

El clima lujurioso y lascivo de las escenas entre Rafa y Peter del primer acto se desvanece después, cuando la pareja se traslada a la casa del tenista, en Mallorca, y allí se dan cuenta de que son incompatibles, según el relato del Times.

«Si realmente llevases a cabo esta fantasía, ¿cómo sería realmente? Está claro que no funcionaría», explicó Gil-Sheridan, y añadió: «El Rafa Nadal que he creado en el primer acto es producto de mi imaginación».

El dramaturgo dijo que no había pedido permiso ni a Nadal ni a sus representantes para usarlo como personaje de su obra, ya que las parodias y las sátiras de personajes públicos están protegidas de las demandas por difamación en Estados Unidos.

La obra incorpora algunos elementos que la hacen más realista, como cuando el tenista saca a colación su pasión por El fantasma de la ópera, que es real, o cuando habla de los calambres que sufre a menudo en sus pantorrillas, y que en 2011 le obligaron a interrumpir una rueda de prensa en el Abierto de Estados Unidos.

En cambio, otros detalles son más imprecisos, como cuando Nadal viste una camiseta con marcas deportivas que no usa en la vida real.