La excavación científica confirma que Almallutx se incendió en la Conquesta
Después de un mes y medio de campaña arqueológica en Almallutx, los arqueólogos han podido confirmar que el asentamiento musulmán se destruyó a causa de un incendio como consecuencia de la Conquesta. «Ya teníamos indicios porque habíamos localizado cerámica quemada y ciertos niveles de ceniza», comenta el arqueólogo Jaume Deyà, codirector de la excavación.
La comunidad de Almallutx tenía una red de molinos para tratar el trigo
Los hallazgos en torno a Almallutx no dejan de producirse desde que hace dos años un grupo de arqueólogos, dirigidos por Jaume Deyà y Pablo Galera, diera en el Gorg Blau con este yacimiento, núcleo principal de la resistencia islámica durante la Conquesta.
Los islámicos vigilaban el acceso a Almallutx desde una fortificación estratégica
Los arqueólogos del asentamiento del Gorg Blau hallan el punto de control más importante relacionado con el yacimiento.
Los restos confirman que Almallutx fue destruido en la Conquesta por un incendio
La asociación cultural Arrels de la Vall inauguró el viernes su nuevo local sociocultural, Ca’s Miet. Como todo lo que hace esta agrupación, nacida de la iniciativa popular, Ca’s Miet no es una sede al uso.
Un gran poblado islámico se esconde bajo el Gorg Blau
«Lo que estamos encontrando supera todos nuestros pronósticos y lo que podíamos imaginar». Con estas palabras describen los arqueólogos Jaume Deyà y Pablo Galera los primeros resultados de la campaña de excavación que llevan a cabo en el yacimiento de Almallutx (Escorca), ubicado en la zona del Gorg Blau.
- Noche trágica en las carreteras de Mallorca: cinco accidentes se saldan con dos fallecidos, dos heridos graves y cuatro leves
- El Gobierno prorrogará finalmente todo el año la gratuidad del transporte en Baleares
- El colectivo de propietarios alemanes de Santa Ponça, desesperado: «Las obras arruinan nuestro negocio»
- Detenidos tres trabajadores de las obras del aeropuerto de Palma por robar toneladas de material
- Pez globo en Baleares: ¿Una amenaza real?