Fernando Pérez y Javier Gardonio están aportando su propia creatividad y forma de hacer. | miquel a. canellas

No es fácil destacar en el mundo de la gastronomía presentando nuevas ofertas que consigan sorprender a los paladares exigentes. Y menos hacerlo en un entorno amable, relajado, que invite a los comensales a compartir la experiencia gastronómica con un entorno agradable y sin más formalidades que las necesarias.

Este es el reto que se plantea la Cantina Panzà, el restaurante gestionado por Fernando Pérez Arellano y Javier Gardonio. Un mano a mano al que se enfrentan con el ánimo de sorprender a sus clientes, pero no tanto por la originalidad sino por la capacidad de saber trasladar al plato recetas clásicas preparadas a fuego lento.

Para Pérez Arellano ésta es una aventura apasionante. «Javier es un cocinero excelente, que empezó a trabajar hace ya bastante tiempo conmigo. En el año 2006 se incorporó al equipo de Zaranda en Son Claret, primero como ayudante de cocina, para pasar luego al Baibén de Puerto Portals asumiendo más responsabilidad y compromiso. Un tiempo más tarde me planteó la necesidad de llevar a cabo su propio proyecto personal, y ahora, la fortuna y las ganas de llevar a cabo este proyecto común ha hecho que nos volvamos a encontrar en la Cantina Panzà, un restaurante ubicado en un lugar inmejorable del centro de Palma. Y además de que nos entendemos perfectamente en lo profesional, nos une una amistad personal muy fuerte».

El Hotel Sant Jaume es un 5 estrellas situado en pleno centro de Palma que necesita un servicio gastronómico de primera calidad. Pero no por ello Fernando y Javier han querido renunciar a poner en marcha un restaurante de cocina popular, más enfocado a la cocina urbana de diario, que quiere ser reconfortante para el cliente. «Nuestro comedor no es una Cantina con mesas corridas. Buscamos la comodidad, un espacio tranquilo y acogedor en el que los clientes internacionales pasen un rato agradable. Un entorno de placer y conversación para que las personas que viajan, y también para los residentes a los que les gusta la cocina tradicional fundamentalmente española, encuentren una gastronomía con un toque cosmopolita, propia de ciudades como París y Londres. Es el tipo de restaurante que ahora se ha dado en llamar neo-urbano».

Es lo que en la Cantina Panzà denominan ‘Cocina de la Memoria’. Fernando Pérez y Javier Gardonio están aportando su propia creatividad y forma de hacer. «Tanto a Javier como a mí nos interesan las cosas bien hechas. Seguimos la escuela del Zaranda pero con un toque de originalidad. Unimos nuestra alma viajera con la cocina tradicional. Lo que hemos llamado ‘alta cocina de puchero’, procurando que cada nuevo plato que llega a la mesa sea el resultado de un trabajo previo de preparación de muchas horas de elaboración».

Para disfrutar de esta experiencia gastronómica, los lectores Ultima Hora solo tienen que acceder, a través de la publicidad del menú degustación de esta promoción y el código QR que se incluye en la misma, a la plataforma on line de reservas, seleccionando primero la fecha de la reserva, el número de comensales y la hora del servicio deseada, y el sistema proporciona un ticket de reserva que garantiza, entre otros, el cumplimiento de todas las medidas de seguridad vigentes en cada momento.