En el dinámico y cambiante sector de la educación y el empleo, Cristina Beascoechea se destaca como la mente detrás de Prapply, una aplicación educativa diseñada para la Generación Z. Con su enfoque innovador, Prapply tiene como objetivo «suplir la brecha entre la educación y las demandas laborales actuales. Nos enfocamos en entrenar habilidades transversales, aquellas que son esenciales sin importar la carrera que elijas. La idea es hacer que el proceso de incorporación al mundo laboral sea más ágil y eficiente», explica Beascoechea. Y añade que: «la alta tasa de puestos de trabajo sin cubrir y el elevado desempleo juvenil señalan una desconexión entre la educación y las necesidades reales del mercado. Prapply nace como respuesta a esta brecha».
La aplicación ofrece entrenamiento en habilidades blandas adaptadas a las necesidades específicas de las empresas y abordando aspectos como la comunicación, y el liderazgo y gestión de conflictos. Además, se mantiene al tanto de las tendencias emergentes del mercado laboral, como la Inteligencia Artificial y la sostenibilidad. Para completar el panorama, Prapply prepara a sus usuarios para la búsqueda de empleo, ofreciendo técnicas para entrevistas, elaboración de currículums y cartas de presentación. «La interactividad y dinamismo de Prapply son fundamentales. Queremos que los jóvenes no solo adquieran conocimientos, sino que también disfruten el proceso de aprendizaje», subraya la creadora.
Prapply no solo se adapta a las tendencias laborales cambiantes, sino que las anticipa y responde a las demandas específicas de la industria. Cristina destaca la importancia de mantener el contenido dinámico y actualizado, asegurando que los estudiantes estén preparados para los desafíos futuros del mercado laboral. Según comenta, «independientemente de la carrera que uno elija, se necesitan habilidades de comunicación, liderazgo, negociación, gestión de conflictos, etc. Prapply se enfoca en esa parte soft, que a menudo, se pasa por alto en la educación convencional».
Prapply enfrenta los desafíos más significativos del sector educativo, especialmente en relación con la preparación para el empleo, abordando la brecha entre la oferta educativa y las demandas del mercado laboral. «Como coaches con más de 15 años de experiencia, tenemos metodologías propias muy testadas en esos ámbitos. Utilizamos reflexiones, ejercicios, simulaciones, estudios de casos y proyectos reales, diferenciándonos de los métodos convencionales más teóricos y menos aplicados».
Finalmente, Cristina destaca cómo Prapply maneja las discrepancias entre la educación y las necesidades cambiantes del mercado laboral, adaptando continuamente su contenido y colaborando directamente con líderes industriales. «La clave está en la adaptabilidad. Colaboramos estrechamente con la industria para asegurarnos de que nuestros programas estén alineados con las necesidades reales del mercado laboral en constante evolución», concluye Beascoechea.
Mauricio Martínez, mentor de Prapply: «El proyecto responde a una necesidad real del mercado laboral»
Mauricio Martínez, director de Banca Negocios y Emprendedores DT Baleares de CaixaBank, repite nuevamente como mentor. Es más, en la pasada edición, el proyecto que mentorizó, Dermei Business de Isabel Ruiz, se hizo con el premio de la categoría Start.
Tras estos meses de sesiones personalizadas, Martínez señala que los desafíos a los que se enfrenta Beascoechea se basan en «buscar soluciones para la falta de mano de obra cualificada que ha experimentado el mercado laboral durante los últimos años. A partir de ahí, la aspiración se centra en tratar de elaborar una propuesta que resulte de interés tanto para la oferta, como para la demanda del mercado laboral». En cuanto a su papel como mentor, Martínez apunta que, «he podido ayudar a Prapply a elaborar una lista de ventajas e inconvenientes de cada opción que se plantea, de manera que se pueda reflexionar sobre las mismas y poder decidir el camino a seguir, en función de las consecuencias que suponen unas y otras alternativas». Y añade que, «gracias a nuestra experiencia profesional, los mentores podemos aportar una orientación a los proyectos que, en general, resulta muy útil para los participantes de Connect’Up de cara a ayudarles a tomar decisiones».
Respecto a los resultados y logros más destacados de Prapply, el mentor anuncia que: «responde a una necesidad real del mercado laboral, y por este motivo, ya ha obtenido por parte de la Administración Pública subvenciones relevantes para su puesta en marcha, así que ya ha conseguido financiación, lo que es muy importante en las fases iniciales».
En cuanto a las perspectivas y metas a largo plazo para el proyecto, la visión de Martínez es: «su perspectiva es convertirse en la bisagra que enlace a los estudiantes de últimos cursos de los distintos itinerarios formativos con las empresas demandantes de profesionales con la cualificación necesaria. Existen una serie de habilidades muy necesarias en el mercado laboral, que nuestro tradicional sistema educativo no aborda y que, por tanto, las empresas no encuentran entre los candidatos que se presentan a las distintas vacantes laborales».
Por último, el directivo sostiene que la experiencia de ser mentor de Connect’Up es exigente pero, a la vez, tremendamente enriquecedora a distintos niveles. «Resulta muy gratificante poder comprobar que los conocimientos adquiridos a través de muchos años de experiencia laboral en el ámbito empresarial resultan de gran utilidad para un proyecto incipiente, que se enfrenta a innumerables dificultades y debe tomar constantemente decisiones para superarlas», concluye.