La enfermera Sandra Pons y la Dra. Rebeca H. Vaquero, dos de las profesionales de la UCI de Clínica Juaneda implicadas en el desarrollo del Plan de Humanización.

La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Clínica Juaneda, en Juaneda Hospitales, dirigida por el Dr. Iñaki Llompart, se halla inmersa en el desarrollo de un Plan de Humanización que mejore y amplíe el enfoque de una atención centrada no solo en la mejor prestación clínica al paciente sino en el respeto y cuidados, tanto a la persona ingresada como a su familia.

La médico intensivista, Dra. Rebeca H. Vaquero, y la enfermera de UCI, Sandra Pons, son dos de las profesionales de esta UCI más implicadas en el desarrollo de este Plan de Humanización, que ha comenzado a implementarse con medidas de mejora del acceso de la información sobre el estado del paciente, algo que tanto preocupa a sus allegados.

La Dra. Rebeca H. Vaquero ante uno de los monitores de control de la UCI.

«Una de las medidas más importantes de este Plan de Humanización –explica la Dra. Rebeca H. Vaquero– es hacer que tanto el paciente como la familia se sientan bien informados en todo momento. Todo el equipo de UCI ha tenido muy claro que había que establecer una dinámica adecuada para ampliar las visitas y los horarios de información.

«En cuanto a las visitas –continúa –hemos establecido unos horarios mucho más ampliados, para que los familiares puedan estar con los pacientes mucho más tiempo e incluso participar en los cuidados, en la medida de lo posible. En cuanto a la información, intentamos que sea siempre a la misma hora y en un lugar adecuado».

La Dra. Rebeca H. Vaquero hace un especial hincapié en este punto, señalando que ese lugar adecuado «ha de ser en presencia del propio paciente y de la enfermería y siempre adecuado a las necesidades de la persona ingresada y de sus familiares y sus allegados», superados ya hace tiempo los «partes», de pie en un pasillo, y dedicándoles poco tiempo.

La enfermera Sandra Pons comprobando el material informativo para las familias.

Pero el Plan de Humanización es mucho más. «Está demostrado –señala la enfermera Sandra Pons–que la luz natural ayuda a los pacientes críticos en el ciclo sueño-vigilia. Por eso hemos cambiado los techos, que ahora son mucho más luminosos, más blancos. Y hemos puesto paneles con fotos de paisajes luminosos y un panel que recuerda el cielo». Otro aspecto que el Plan de Humanización cuida especialmente es la accesibilidad: «Anteriormente los familiares tenían que entrar en la UCI con medidas de protección, con batas, gorros, mascarillas y peucos, algo que se ha demostrado que no reduce la contaminación al paciente, sino todo lo contrario», añade la enfermera. Esta medida ha sido eliminada, «y ahora los parientes o allegados entran con ropa de calle y de este modo se sienten más como si estuvieran en casa». Otra medida que mejora la accesibilidad de las familias es que «antes no dejábamos entrar a los niños menores de 14 años, mientras que ahora esa decisión se toma conjuntamente con la familia». De este modo, «si los familiares lo deciden, se deja entrar a la UCI a los más pequeños, porque también se ha demostrado que el contacto de los niños con sus familiares más cercanos es beneficioso, tanto para el paciente como para el propio pequeño», explica la enfermera de UCI, destacando otra de las novedades del proceso de humanización.

El Plan de Humanización de la UCI de la Clínica Juaneda apuesta por mejorar también el ámbito de la atención médica, más allá de la calidad profesional y técnica, donde se lleva tiempo ya buscando la excelencia. Explica la Dra. Rebeca H. Vaquero que «uno de los objetivos de la terapia humanizada es una mejor asistencia, de mayor calidad».

Esta mejora se ha de reflejar en «que nuestra UCI, además de ser donde se atiende la patología más grave de todo el hospital sea un lugar donde la forma de hacerlo tenga siempre el apelativo de humano, porque proporciona, tanto a los pacientes como a los familiares, todo el cuidado y una mayor esperanza».

El equipo profesional de la UCI de Clínica Juaneda durante las fiestas de Navidad de 2024.

Y ello sin perder de vista que «uno de los elementos de la humanización es que los profesionales no solo tenemos que cuidar a quien está enfermo, sino también cuidar a quien no puede ser curado», un enfoque que se está desarrollando ya para proporcionar a las personas, cuando es inevitable, un final de la vida con la mayor dignidad.

En el Plan de Humanización de la UCI de Clínica Juaneda, explica la enfermera Sandra Pons, «hemos mencionado ya que ampliar los horarios de visitas es fundamental tanto para los pacientes como para sus familiares. A nivel de enfermería les prestamos un apoyo especial en esos momentos, que ellos agradecen y que siempre les hace muy corto».

«Por otra parte –continúa– la enfermería tiene en las UCI un trabajo muy estresante. En épocas como la del COVID19 hemos sufrido mucho esto, tanto las enfermeras, como los pacientes por su enfermedad y los familiares por la carga emocional. Por ello se está trabajando para que las enfermeras tengamos terapias contra este estrés continuo».

Y no hay Plan de Humanización que pueda tener éxito sin un trabajo colaborativo. «Para nosotros, en la UCI de Clínica Juaneda –explica la Dra. Rebeca H. Vaquero –el buen trabajo en equipo es fundamental. Es muy importante mantener esa colaboración, tanto con los pacientes, como con los familiares y con nuestros compañeros». Y añade: «Tenemos claro que trabajamos en una unidad con patología grave, situaciones estresantes y que nosotros también somos personas, con días buenos y malos. Por eso es importante que entre nosotros seamos capaces de apoyarnos, de sostenernos y de, independientemente de tener un mal día, proporcionar asistencia de la máxima calidad».

Y concluye: «Cuidar a todas las partes que conviven en una UCI es el camino para construir unas unidades de cuidados intensivos de mayor calidad y de máxima excelencia».