La Dra. Pepa Manzano, ginecóloga de Juaneda Hospitales

Más de 2.000 mujeres son diagnosticadas de cáncer de cérvix o de cuello de útero cada año en España, el segundo más frecuente en este sexo, tras el de mama. Entre 2007 y 2019 (últimos datos disponibles) de 600 a 700 mujeres fallecieron cada año en España por ese cáncer, en un 99% originado por una infección del virus del papiloma humano (VPH).

El VPH es un virus de transmisión sexual tan extendido que se considera ya como un hecho que por debajo de los 30 años, más del 80% de las personas sexualmente activas son portadoras. Esta constatación lleva a especialistas como la Dra. Pepa Manzano, ginecóloga de Juaneda Hospitales, a preconizar un cambio en los enfoques diagnósticos tradicionales.

La Dra. Manzano asegura que «la citología no debe ser considerada ya el único método de cribado» para prevenir estas patologías, ya que «no tiene sentido que una señora que viene cada año hacerse su cribado, se haga solo una citología, prueba que, además, las revisiones anuales no tienen ya por qué llevarla implícita. Existen nuevas directrices muy claras sobre el control, diagnóstico y seguimiento del VPH para detectar la población femenina en riesgo para cáncer de cuello uterino». Son directrices, añade la especialista, «que deberíamos implementar. Y lo que es más importante: las mujeres nos lo tendrían que pedir».

Y es que «muchas mujeres que vienen a la consulta con intención de hacerse la revisión ginecológica anual se les explica que es mejor hacerse una detección del VPH cada cinco años que una citología anual». Sin embargo, «cuando se les explica ese nuevo enfoque muchas señoras no saben de lo que les estás hablando».

Además, el VPH suena todavía a muchas pacientes «como una simple infección, o bien como una enfermedad de transmisión sexual. Y no deja de serlo, pero con sus particularidades». Los nuevos avances de la Medicina llevan a plantear enfoques muy distintos a los habituales, sin el rechazo a pruebas que siguen siendo válidas.

«El mensaje es que en las personas jóvenes el VPH no es un riesgo, por lo que sólo debe determinarse a partir de los 30 años, del mismo modo que hablar de personas jóvenes con VPH persistente no es real, ya que el 90% de los menores de 30 años se 'limpian' del virus gracias a su sistema inmunológico» explica la ginecóloga.

Disponer en Juaneda Hospitales de la una plataforma de análisis por el procedimiento del PCR, muy desarrollada durante la pandemia, «nos permite aplicar estas pruebas para trabajar con el virus del papiloma humano u otros patógenos genitourinarios que también pueden interesar en el ámbito de la Ginecología».

«El enfoque actual es que la presencia del VPH es tan elevada que entre los jóvenes ya hay que dar por hecho que lo tienen. Algunas guías clínicas recomiendan no hacer cribado citológico hasta los 25 años, e incluso pueden tener una lesión (hasta cierto grado) y la recomendación es vigilar pero no hacer nada», añade la Dra. Manzano.

Y añade: «Eso es porque la posibilidad de que esa lesión, a esas edades, llegue a un cáncer de cuello de útero es muy baja. En el 90% de los casos se curan solas, por lo que lo único que hay que hacer es una vigilancia activa. Valorar el cuello del útero. Intentar no hacer biopsias y hacer seguimiento hasta que desaparezca la lesión».

Hoy se sabe que el boom de la infección por VPH se produce en las primeras relaciones sexuales. Y eso con datos de España, que es uno de los países de baja incidencia, con un 80%. «Lo que significa que de diez mujeres, 8 tienen, han tenido o tendrán el VPH. Pero de esas 8, prácticamente 7 se van a curar», explica la ginecóloga de Clínica Juaneda.

Por todo ello, «cuando una mujer viene a la consulta del ginecólogo a hacerse un cribado, además de tomarle la muestra citológica necesitamos también hacer una determinación del virus del papiloma humano, para saber si es positiva y que tipo de virus es y el nivel de riesgo que conlleva», concluye la ginecóloga a este respecto.