Hacer deporte por la mañana es mucho más estimulante para el organismo

Cuando por fin nos decidimos a dar el paso y nos proponemos comenzar a hacer ejercicio físico para competir en alguna clase de maratón, mejorar nuestra apariencia o simplemente sentirnos un poco mejor, solemos seleccionar la tarde o incluso la noche como el momento que dedicaremos a hacer deporte. La razón es obvia, ya que suele ser el momento en el que hemos cumplido con nuestras obligaciones laborales.
Sin embargo, probablemente estemos haciendo lo incorrecto. Hay un gran número de argumentos, tanto psicológicos como fisiológicos o sociales, para planificar nuestra actividad física por la mañana.

Hacer deporte por la mañana nos ayuda a mantener un horario fijo. En ayunas, se quema un 20 por ciento más de grasa. Es muy poco probable que tengamos citas ineludibles a las siete de la mañana. La sensación de relajación creada por las endorfinas se prolongará a lo largo de toda la jornada laboral. Hacer ejercicio activa tu organismo de inmediato. Mejora tu sistema endocrino y los ritmos circadianos. Hacer deporte de manera regular ayuda a mejorar la calidad del sueño. Además, reduce la sensación de hambre que sentimos a lo largo del día.