La asociación de Amigos de la Carrasca de Lecina, integrada por los vecinos del municipio oscense de Bárcabo, ha elaborado un documento en el que plantea acciones para aprovechar el reclamo que supone que esta carrasca fuera elegida Árbol Europeo 2021. Titulado 'Somos y queremos ser', el escrito analiza la situación demográfica y expone las oportunidades que la zona puede ofrecer.
Tanto la asociación, fundada en febrero de este año, como el documento han surgido en un momento en que el municipio está recibiendo una mayor afluencia de turistas debido al éxito de la elección de la Carrasca de Lecina como Árbol Europeo del año 2021, a pesar de lo cual los vecinos consideran que este mayor número de visitantes no está aportando beneficios o mejores opciones de vida a este territorio.
El municipio de Bárcabo, que en 2021 contaba con 106 habitantes empadronados, está formado por ocho núcleos distintos: Bárcabo, Almazorre, Betorz, Eripol, Hospitaled, Lecina, Santa María de la Nuez y Suelves.
Entre los ocho pueblos, solo hay cinco personas menores de 25 años, mientras que hay 37 vecinos de más de 65 años. Ante estos datos, se evidencia que el «punto grave» es la demografía, ha indicado el secretario de la asociación, Antonio Lascorz, «ya que no hay una capacidad regenerativa de la población».
Para paliar esta situación, los miembros de la Asociación 'Amigos de la Carrasca de Lecina y del Municipio' han preparado una serie de reclamos y propuestas que permitan dinamizar la zona, que se encuentra entre dos localidades muy turísticas de la provincia de Huesca, como son Aínsa y Alquézar.
Somos y queremos ser
En el informe, que es solo uno de los puntos dentro de un proceso que se completará con una charla debate el día 23 de agosto y una mesa de trabajo prevista para el otoño, se proponen principalmente tres líneas de acción.
Según ha informado Antonio Lascorz, la primera es «estructurar las opciones de turismo: los servicios de hostelería, la parte superior del Vero, la carrasca, paseos por los bosques... La segunda es fijar las actividades agrícolas, especialmente las ganaderas. Y la tercera es recuperar el patrimonio histórico con especial relación con los oficios».
El secretario de la asociación ha señalado, respecto al turismo, que las Administraciones públicas no han mostrado interés en rentabilizar el éxito que tuvo el premio de la carrasca. «A fecha de hoy, en la carretera todavía no hay nada que diga que ahí está el Árbol Europeo de 2021 y en la carrasca tampoco se han cambiado los carteles».
Asimismo, ha remarcado que sigue sin haber un bar o un restaurante, y quienes van a la localidad han de irse a comer a Colungo o a otros pueblos, «con lo cual ya no vuelven». El restaurante se erige como un factor fundamental para garantizar un turismo que devuelva beneficios a la zona, puesto que sin él los visitantes no permanecen en el municipio más de media jornada.
«Entendemos que a lo mejor durante un año o dos las opciones de restaurante tendrían que ser a pérdidas, que no estuviese abierto todo el año, pero que se extendiera a fines de semana o puentes, porque eso daría vida no solo a la gente que llega y podría plantearse quedarse unos días, sino también a las segundas viviendas que hay», ha subrayado el secretario.
En cuanto a las actividades agrícolas, la asociación ha expuesto que si bien es cierto que cuentan con personas trabajando en la agricultura, muchas viven fuera del municipio, por lo que es un sector que no retiene población.
En ganadería sí que es necesario que los trabajadores residan en la zona, pero falta mano de obra. "Sería preciso disponer de un conjunto de personas que realizarán labores eventuales, ha apuntado Lascorz.
SENDEROS, OFICIOS Y PATRIMONIO
La asociación ha abogado por habilitar, acondicionar y diseñar senderos pedagógicos que incluyesen un soporte de información, vía códigos QR u otras opciones para atender a las personas que están acudiendo a la localidad interesadas por la botánica, los bosques, la salud y la ecología.
Además, ha planteado crear un centro de interpretación equipado con las nuevas tecnologías que no solo incluya datos sobre los senderos botánicos, sino que también contenido sobre los oficios que tradicionalmente se desarrollaban en el municipio.
Las instalaciones de los antiguos oficios están distribuidas por el campo, como hornos, que se podrían «limpiar, acondicionar y establecer una senda orientada y con señalización; una vez allí tendrían que contar con un cartel explicativo sencillo con un código QR», ha propuesto Lascorz.
Este centro de interpretación podría contar con unas pantallas y otro equipamiento digital para que fuese complementario a los senderos, de forma que el visitante, en un espacio cómodo, pudiese ampliar la información. «La carrasca te lleva a Lecina, y eso te llevaría al centro de interpretación, y se quedarían unos días» en la localidad, ha garantizado.
Respecto al patrimonio cultural e histórico, el secretario de la asociación ha recordado que en el escudo de Aragón está la carrasca del Sobrarbe y Lecina forma parte de esa comarca y acoge «a la carrasca más grande de todo Aragón».
Ha agregado que existió un reino del Sobrarbe, con sus fueros, anterior al de Aragón, y ha estimado un aliciente, «recuperar toda esa historia, unificarla y hacer una especie de recreación histórica».
En este ámbito, la asociación ha sugerido nombrar la plaza municipal como Plaza de los Fueros de Sobrarbe. En definitiva, «recuperar un atractivo vinculado a las raíces históricas del Sobrarbe», ha expuesto el secretario.
Lucha contra la despoblación
La asociación ha enviado este documento de propuestas al Ayuntamiento de Bárcabo y a la Comarca del Sobrarbe, instituciones locales que por ahora no se han pronunciado, por lo que ha decidido poner en práctica alguna de sus opciones para dinamizar el territorio, como la creación de un código QR que derive a un audio en inglés, francés y castellano para colocar en la carrasca.
Los miembros de la agrupación están convencidos de que «hay posibilidades», pero al mismo tiempo «el territorio se nos hunde, y las Administraciones a todos los niveles pasan». «Esta dejadez hace que más que la España vaciada es la España que vaciamos», ha lamentado Lascorz.
Desde la asociación han considerado necesaria una atención más próxima tanto desde la Administración local, como desde la Diputación de Huesca y por parte del Gobierno de Aragón para que las opciones de vida que plantean en este documento se puedan desarrollar. De lo contrario, ha dicho el secretario de esta organización, «en pocos años esto serán un montón de casas vacías y unos años después un montón de piedras».
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