En un entrevista concedida a Europa Press, García se ha referido al papel que, a su juicio, debe jugar el Gobierno autónomo en los posibles conflictos laborales que se puedan abrir a partir de septiembre en Euskadi, si las negociaciones colectivas no avanzan en torno a las mejoras de las condiciones laborales en empresas vascas.
Tras remarcar que su sindicato va a reivindicar una negociación colectiva sectorial «justa» que garantice el poder adquisitivo de los salarios, la líder sindical ha asegurado que «hay margen suficiente para hacerlo, pese a que las empresas estén todo el día llorando como plañideras cuando, tras la pandemia, han repercutido los costes de la energía, de las materias primas y la fabricación en los precios finales del producto».
Desde su punto de vista, ha censurado que, mientras los datos de crecimiento económico de las empresas son elevados porque siguen «haciendo caja», muchos salarios continúan «congelados por convenios sin actualizar».
«Vale ya de seguir asustando y de decir que vienen tiempos malos, porque los trabajadores no pueden ser, otra vez, los paganos de lo que pueda llegar en otoño» ha aseverado, para añadir que, desde CCOO Euskadi, van a reclamar en las mesas de negociación «de manera clara y rotunda, el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios».
A su parecer, la actualización de salarios es cuestión de justicia social, pero también «son parte importante de la economía, que se sostiene por la propia demanda interna». «Si no suben los salarios, la economía se resentirá y tendremos un problema mayor», ha advertido.
Conflicto y movilizaciones
Loli García ha avisado de que si no se logran acuerdos por la vía de la negociación, «habrá seguro, este otoño, conflicto y movilizaciones».
Ante esta perspectiva, la secretaria general de CCOO Euskadi se ha referido al papel que, en su opinión debe jugar el Gobierno Vasco, que «no puede estar en esos espacios de interlocución como un mero espectador porque es una parte más de la negociación, que tiene que intervenir, y creemos que incluso debe propiciar mayor impulso a esos espacios en algunos departamentos y consejerías a los espacios de diálogo social».
Tras asegurar que «es muy importante mantener espacios de interlocución entre diferentes», ha asegurado que su sindicato va a estar presente en todos aquellos foros donde vean que «tienen capacidad para mejorar la calidad de vida de la clase trabajadora».
En este punto, García ha asegurado que, en ese contexto, el Gobierno Vasco «no puede ponerse de perfil porque tiene que posicionarse y debe tomar postura, porque es una de las patas importantes en los ámbitos del diálogo social en Euskadi».
A continuación le ha pedido al lehendakari Iñigo Urkullu que, además de reunirse «mucho», como hace, con empresarios, «sería bueno que escuchara también a la parte sindical antes de formarse una opinión en negociaciones colectivas o conflictos laborales».
Igualmente ha recordado que, en determinados conflictos, «cuando se ha intentado criminalizar las movilizaciones sindicales y de los trabajadores, ya le hemos dicho al Ejecutivo que no apostara por esa criminalizacion, porque los trabajadores están defendiendo sus condiciones y derechos laborales».
En todo caso, ha reconocido que, en cuanto a la consejería de Trabajo y Empleo, se trabaja «en clave coordinada» con sindicatos y patronales y, «cuando se le ha pedido intervención en algunos conflictos enquistados, ha intervenido, y lo está haciendo, porque ese es el papel que tiene que jugar», algo que no ocurre «en otros» departamentos, aunque mantienen vías abiertas de interlocución con «cinco consejerías».
Escenario de crisis
De cara a septiembre, y preguntada por si, ante el escenario que plantea la crisis energética, habrá unidad sindical en futuras movilizaciones laborales, Loli García ha asegurado que para CCOO, la unidad sindical «es un valor en sí mismo» y van a hacer «todos los esfuerzos», y no cejarán de hacerlos, para buscar el máximo de unidad de acción. «Si otros sindicatos, no están en ese escenario, tendrán que explicar el porqué a los trabajadores, porque por parte de CCOO no va a quedar» ha enfatizado.
De cara a esas negociaciones en torno a la aplicación o no del IPC a los salarios, García ha reconocido que "es verdad que parte de la inflación está ligada a los costes de las materias primas, pero no toda la subida del IPC está vinculada a los precios y los costes de la energía.
En su opinión, parte de esa subida de precios se debe a que muchas empresas «están repercutiendo esos costes al producto final, con lo que alguien está haciendo negocio en este escenario, y creemos que los empresarios tienen que poner de su parte, más si cabe, con unos beneficios netos muy superiores a anteriores épocas que también deberían reflejarse en los salarios».
Cuestionada por si comparte la visión del Consejo de Relaciones Laborales de que se detecta en Euskadi un estancamiento «innegable» en la consecución de acuerdos en la negociación colectiva por la inflación y la incertidumbre económica, García ha señalado que, además de esas claves, la negociación colectiva sectorial en Euskadi tiene «unas dificultades añadidas que no se dan en otras partes del Estado», como es que el sindicato mayoritario, ELA apueste por «una negociación empresa a empresa dejando al margen la negociación sectorial».
Críticas a ela
En este sentido, la líder de CCOO ha afirmado que, como resultado de esa estrategia, ELA es «el sindicato con mayor representación de Euskadi pero el que firma convenios para un menor número de trabajadores».
A eso habría que unir «la cerrazón de muchos empresarios, que en algunos casos, son insaciables y no quieren sujetar convenios a larga duración, lo que genera dificultades añadidas cuando, desde los sindicatos, en materia de salarios, no pedimos nada descabellado, solo que los trabajadores puedan garantizar su poder de compra».
Preguntada por las críticas al hecho de que los puestos en el Consejo de Lanbide correspondientes a ELA y LAB se adjudiquen a UGT y CCOO, Loli García ha comparado la postura de ELA con la del «perro del hortelano», ya que «está en una estrategia de cargarse todos los organismos de participación institucional en Euskadi por la vía de no participar en ellos, pero sin plantear ninguna alternativa o proponer otro modelo», ha criticado.
Tras asegurar que «lo que no podemos admitir es que, con su no participación, bloqueen el funcionamiento de los organismos de participación institucional a los que quieren hacerlo», García ha criticado que «ELA proteste porque se ocupan unos puestos en Lanbide que no va a ocupar, porque no quiere ocuparlos, y los ocupen otros». «Pueden patalear lo que quieran, pero lo cierto es que tienen abierta la puerta a la participación siempre que así lo decidan hacer», ha indicado.
Ante el anuncio de LAB de abrir la puerta a su participación en instituciones sociolaborales como Osalan o Lanbide, Loli García ha afirmado que «si mañana, cambia de postura, y decide entrar, tendrá abiertas las puertas a participar con la representación que le corresponde. No hay ningún problema en eso». «Lo que no vamos a admitir es que, por la vía de la inacción, se pretenda su bloqueo sin plantear alternativa», ha concluido.
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