El arrestado trabajaba como repartidor de una cadena de supermercados de la ciudad y empleaba el vehículo de la empresa para transportar la sustancia estupefaciente además de los productos que eran para el suministro de los clientes. De esta manera, no levantaba sospechas ante lo que eran «continuas descargas y entregas de mercancía», ha relatado este jueves la Policía Nacional en una nota de prensa.
Los agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional en Sevilla iniciaron la investigación y establecieron «numerosas vigilancias y seguimientos» en torno al arrestado. Finalmente, fue el pasado 30 de mayo, cuando en uno de esos dispositivos, fue sorprendido cuando recibía bolsas de otro hombre a plena luz del día, en los bajos de un conjunto de edificios de la barriada de San Diego en Sevilla.
Al ir a realizar la detención, el sospechoso golpeó a uno de los policías para darse a la fuga a gran velocidad en un vehículo de su propiedad, pudiendo los funcionarios localizarlo días después. En esta actuación, los agentes consiguieron intervenir dos vehículos. En el maletero de uno de ellos se localizaron 33 kilos de cocaína, casi 100 gramos de hachís y bolsas con dinero en efectivo (248.000 euros).
En el segundo turismo intervenido, se encontró un habitáculo bajo los asientos delanteros, denominado 'caleta', que es usado por los narcotraficantes para ocultar dinero y sustancias estupefacientes. El detenido, sin antecedentes, fue puesto a disposición judicial, quien decretó su ingreso en prisión.
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