La Confederación Gonzalo Anaya ha planteado este jueves un total de 12 demandas para el curso que comienza, en una jornada en la que ha expresado su «malestar» por el retraso en el inicio de las clases, que, según ha dicho, debían haber arrancado hoy, según ha denunciado el presidente de la entidad y de FAMPA Valencia, Rubén Pacheco.
La entidad, integrada por FAMPA Castelló Penyagolosa, FAMPA València y FAMPA Enric Valor Alicante, ha presentado, en un acto a las puertas de la Conselleria de Educación, una actualización de sus demandas históricas y ha expuesto otras nuevas, todas enmarcadas en la Agenda 2030.
Estas demandas son continuar avanzando en la universalidad y gratuidad de la educación infantil para que «toda la infancia de cero y un años pueda acceder en condiciones de igualdad en su primer ciclo»; comedores saludables y sostenibles y basados en la proximidad; la calidad en las actividades extraescolares y que las modalidades de jornada no agravien las diferencias de acceso a ellas; la estabilidad de plantillas; bajada de ratios y eliminación de los conciertos educativos o mayor participación de las familias, que considera que están infrarrepresentadas en los consejos escolares.
También reclama profesionales y supervisión de la inclusión y la orientación educativa; garantizar las TIC en las aulas para hacer posible la competencia digital; mejorar la enseñanza plurilingüe --que el alumnado tenga conocimiento suficiente de las tres lenguas-- y más Plan Edificant con infraestructuras participadas, coeducativas y sostenibles.
"siempre escuela pública"
En un curso escolar «importante» por la aplicación de la LOMLOE y la proximidad de las elecciones, la Gonzalo Anaya se dirige a «todas» las instancias y organizaciones de interés social, político y educativo para que hagan suyas las propuestas que presenta, enfocadas a mejorar la educación, la vida de la población escolar y que responden al llamamiento de 'Siempre escuela pública'
«Queremos avanzar para mejorar la vida de la población escolar en su conjunto, persiguiendo la máxima calidad en la educación, revirtiendo las desigualdades sociales y de género, teniendo muy presente la salud y el bienestar de la infancia y las acciones por el clima como comunidades educativas sostenibles, avanzar con políticas educativas propias de instituciones sólidas», ha destacado Pacheco.
Según ha explicado el presidente de la entidad, la fecha pactada por los sindicatos y los colectivos para el inicio del curso escolar 2022- 2023, estaba prevista para este jueves día 8, pero se ha cambiado «sin ninguna información previa». A su juicio, se trata de una «falta de respeto» a las necesidades de las familias ya que considera que el retraso de cuatro días del inicio de las clases ha supuesto un «problema» para la conciliación en muchas familias.
Asimismo, ha mostrado la decepción y la tristeza por parte de la entidad ante la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana de mantener la decisión cautelar de suspender la obligatoriedad de los ámbitos en primero de ESO, que ya había sido aprobada, ya que este curso, por primera vez en varios años, iba a empezar con «normalidad» y sin tanta «conflictividad». Por contra, lamenta que esta decisión ha generado un trastorno «más que importante» que «no» era necesario en este curso.
«Espero que el cambio metodológico que los ámbitos suponen se asiente y tenga todo el esfuerzo de la comunidad educativa porque vamos hacer todos los esfuerzos posibles para difundir los beneficios de los ámbitos, promover investigaciones, estudios y recursos en las universidades de la Comunitat Valenciana para poder evaluar verdaderamente su aplicación y sacar lo positivo y lo negativo, ponerlo sobre la mesa y así mejorar nuestro sistema educativo», ha expuesto.
Nuevo curso sin restricciones
En esta línea, ha considerado «absolutamente» necesario, deseable y esperado que el nuevo curso se desarrolle sin restricciones y con «plena» normalidad, que haga posible el desarrollo normal de todas las actividades de los centros educativos porque han supuesto una «gran» barrera para el aprendizaje.
Preguntado por la opinión de la Confederación respecto a los deberes, Pacheco ha señalado que los niños tienen derecho a tener tiempo para ser niños y para poder disfrutar de su tiempo libre. Por ello, considera «absolutamente» inaceptable que las tareas que los alumnos no terminan en el aula tengan que llevarlas a casa.
«Ninguno de nosotros aceptaría nunca que lo que no terminamos en el trabajo nos lo lleváramos a casa teniendo una jornada de cuatro horas más, es inaceptable. Si no lo aceptamos como adultos, ¿por qué aceptamos que nuestros hijos sí que tengan que sufrirlo?», ha preguntado.
En este sentido, ha destacado que el hecho de que los alumnos tengan que llevar los deberes a casa conlleva que porten la mochila que «excede» el 10 por ciento de su peso, que es lo que establecen los pediatras como «máximo».
«Es como si nosotros fuéramos a trabajar caminando como mínimo 15 minutos cada día cargando una caja de seis bricks de leche. Ninguno de nosotros lo aceptaría y cualquier normativa laboral va en contra de esto», ha insistido.
En cuanto a la decisión de los centros sobre si implantar la jornada continua, Rubén Pacheco ha pedido que desde los centros se aporte toda la información de manera «imparcial» y que se acuda a los estudios que existen sobre esa temática.
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