Lo ha dicho en una declaración con motivo de la Diada de 2022, que desea que sea una fiesta inclusiva y que «concierna a los ciudadanos y ciudadanas de Catalunya en su conjunto», sean cuales sean sus opiniones políticas.
Montilla ha sostenido que Catalunya, «como España y el conjunto de Europa y el mundo occidental», atraviesa un momento convulso debido a la guerra en Ucrania, con consecuencias en toda Europa como la crisis energética y la inflación.
«Creo que todo eso altera la agenda política de Catalunya. Tenemos delante un horizonte de dificultades económicas más duras de lo que habíamos previsto hace un año. Necesitamos, ahora, más concertación y alianzas. Y menos confrontación política e institucional», ha pedido.
A su juicio, para tener éxito hay que ser «conscientes de la necesidad de trabajar en alianzas con el Gobierno de España y con las instituciones europeas», teniendo en cuenta, además, que crisis anteriores han incrementado las desigualdades sociales, ha destacado.
Sin embargo, ha considerado que la respuesta a la crisis no puede ser un argumento para dejar de lado la necesidad de mejorar el autogobierno «cualitativamente», para que Catalunya tenga mejores instrumentos para gestionar las crisis de forma coordinada y eficaz con el resto de España.
Reformas por la "pluralidad"
El expresidente cree que la mejora del autogobierno catalán es, además, un camino que «debería abrir las puertas a las reformas necesarias en la organización territorial de España con una visión respetuosa con su pluralidad».
Por ello, cree que el diálogo debe extenderse a todas las fuerzas políticas --como pide el PSC--: «Estoy convencido de que esta colaboración entre los grupos políticos catalanes saldría una posición mucho más robusta para buscar un acuerdo con el gobierno de España que facilitara esta vía reformista».
Ha sostenido que la relación entre el Govern y el Ejecutivo central ha mejorado, «condición mínima indispensable para trabajar en el restablecimiento de la confianza mutua», si bien cree queda mucho camino por recorrer.
Para él, la mesa de diálogo se perfila como espacio para poner en marcha un diálogo de alcance en un contexto político muy complicado, en sus palabras, con «la división del mundo independentista y con la incapacidad de la derecha española para entender la naturaleza de los problemas de Catalunya».
«Celebremos, pues, la Diada con la esperanza de reencontrar la serenidad en la legítima confrontación política en una atmósfera en la que los símbolos nacionales nos representen a todos y a todas», ha añadido.
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