El ceramista polaco Michal Puszczynski está realizando una estancia creativa en el Taller Escuela de Cerámica de Muel de la Diputación de Zaragoza (DPZ), para trabajar en una obra de arte que donará a la institución provincial una vez esté finalizada.
Esta creación se presentará al público el último día de la estancia del artista polaco en Muel, el 22 de septiembre, a las 18.30 horas.
La residencia del ceramista se caracteriza en sus creaciones por conectar tramas orgánicas y formas simples con materiales como la arcilla, han indicado desde la DPZ.
El taller puede visitarse de lunes a viernes, en horario de 09.00 a 14.00 horas, y las citas pueden reservarse a través del teléfono '976145225' o el correo electrónico 'guia1@dpz.es'.
Las obras de Puszczynski siempre se relacionan con la naturaleza como fuente principal de inspiración y el artista trata de crear formas enigmáticas y abstractas, del mismo modo que la naturaleza produce formaciones rocosas. Para lograr esta apariencia, sus esculturas siempre están partidas, agrietadas o arrancadas, lo que también evoca espontaneidad.
Michal puszczynski
Michal Puszczynski (1976) es un ceramista y escultor licenciado en Bellas Artes por la Academia de Bellas Artes de Wroclaw, Polonia, donde trabaja en la Facultad de Cerámica y Vidrio y en la Facultad de Escultura. Crea esculturas e instalaciones utilizando la cerámica como medio principal.
Se trata del primer artista que introdujo en Polonia las técnicas de cocción de cerámica con lena originarias del Lejano Oriente. Además, Puszczynski ha formado parte de varias exposiciones, simposios y proyectos de arte en Europa, Estados Unidos y Asia.
Su trabajo ha sido galardonado con el Premio Mariscal de Silesia para Artistas, la beca del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional y el Premio de Beca Fulbright 2019-20. Es asesor en el Centro Europeo de Trabajo Ceramico (EKWC), Holanda- 2020-2021 y miembro de la Academia Internacional de Ceramica (IAC).
Taller escuela de cerámica de muel
El Taller Escuela de Cerámica de Muel, cuna de la historia y tradición alfarera de la provincia y propiedad de la Diputación de Zaragoza, abrió sus puertas en 1964.
Desde entonces, sus alfareros reproducen y decoran piezas de barro con los mismos materiales y técnicas que se utilizaban en los siglos XVII y XVIII, salvaguardando la tradición y la esencia artesanal del lugar.
Además, se elaboran piezas por encargo de los ayuntamientos, y a lo largo del año se realizan también cursos y estancias de formación para profesionales, actividades para pequeños y mayores, y visitas para colegios.
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