Imagen de la Virgen antes de procesionar | COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DEL R

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La Cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Jaén ha denunciado públicamente el incidente sufrido en la procesión de este domingo después de que en la calle Francisco Coello, conocida como Llana, «alguien echase desde un balcón o ventana lo que parece lejía».

Los hechos ocurrieron sobre las 21,00 horas cuando la comitiva enfilaba la citada vía, muy cercana a la Catedral, de vuelta ya a la iglesia en el Convento de la Purísima Concepción, según ha informado este lunes a Europa Press el presidente de la hermandad, José Castro.

Fue a la altura del número 18 de esta calle cuando empezaron a darse cuenta que les estaban cayendo gotas. La procesión siguió adelante, pero por el olor, se dieron cuenta de que no era agua, sino algún producto corrosivo, como la lejía, dados los daños en los trajes de una veintena de afectados.

Por el momento, según ha indicado Castro, no se han detectado daños en la imagen que data del siglo XVIII, ni en sus enseres. No obstante habrá que esperar a desmontar totalmente el paso para ver con detalle si se ha producido algún daño que «a simple vista y gracias a Dios, no parece».

La Policía Local es la que está interviniendo en el caso después de que a la patrulla que controlaba el tráfico y movilidad por la procesión le llegaran varias personas explicando que les habían echado lo que en un principio habían creído que era agua, si bien después se percataron de que parecía lejía o algún producto similar.

Además, se están haciendo averiguaciones con gente de la hermandad que sí pudo presenciar algo, al igual que con todas aquellas personas que se encontraban en el momento por si divisaron algo que pueda ayudar a dar con el origen de este suceso.

Por el momento, desde la Policía Nacional se ha confirmado que hasta las 12,00 horas de este lunes no se ha recibido ninguna denuncia en Comisaría, por lo que se está a la espera de los resultados de la intervención que está llevando a cabo la Policía Local.

Castro ha señalado que con la pandemia llevaban tres años sin poder procesionar con la Virgen y ha lamentado lo ocurrido, aunque da gracias de que todo se haya quedado en un susto y en daños materiales, puesto que «podría haberle caído a alguien en los ojos y ya estaríamos hablando de otras cosas».