Las cuentas vascas para 2023 ascienden a 14.250,7 millones, un 8,7% más que el ejercicio anterior

El proyecto será registrado en el Parlamento Vasco este viernes 28 de octubre, y los consejeros comparecerán del 2 al 4 de noviembre en la Cámara para presentar las cuentas de sus departamentos. La fecha prevista para la aprobación, garantizada por la mayoría absoluta que suman PNV y PSE-EE en la Cámara vasca, es el 23 de diciembre.

El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha comparecido ante los medios de comunicación tras la aprobación del proyecto, y ha destacado que «los mimbres de este presupuesto son muy sólidos y su solvencia garantiza que Euskadi va a ser capaz de mantener el nivel de sus servicios públicos, impulsar la actividad económica y generar empleo, para hacer frente a la turbulenta situación económico social que nos está tocando vivir».

Este proyecto de presupuestos destina un 76% del total (10.254,6 millones de euros) a políticas sociales, siendo Salud y Educación los departamentos que mayor incremento presupuestario presentan, seguidos de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Trabajo y Empleo e Igualdad, Justicia y Políticas Sociales.

Además, la inversión pública que supera los 1.800 millones de euros (un 14,8% más que en 2022) y la I+D+i se incrementa un 12% hasta alcanzar los 658,4 millones de euros (70,6 millones de euros más que en 2022).

Azpiazu ha explicado que este presupuesto de 2023 es el primero que incluye desde su elaboración ingresos de Fondos Europeos MRR, que ascienden a 260 millones de euros y se corresponden a las actuaciones que en este momento los distintos departamentos deben materializar para cumplir los compromisos asumidos con Europa.

El consejero ha anunciado que tras las comparecencias de los consejeros en el Parlamento, iniciará una ronda de contactos para hablar sobre el proyecto con los grupos de la oposición y ha citado a todos salvo a Vox.

En este sentido, ha señalado que espera que todos ellos --EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU y PP+Cs-- «prioricen el bien común en estos momentos convulsos que requieren de responsabilidad, realismo y de una gestión pública sensata y sin estridencias». «Tenemos tiempo para negociar de forma serena», ha asegurado.