La capital aragonesa tendrá antes de fin año un Jardín de la Paz, con 42 ejemplares de olivo oriundos de 21 países, la mayoría de ellos de la cuenca mediterránea, a razón de dos ejemplares por país, procedentes del Banco Mundial del Germoplasma de Olivo de la Universidad de Córdoba, donde se conserva material biológico para preservar la biodiversidad, y que se ubicará en un espacio por determinar de la ciudad, que se decidirá mediante un proceso de participación.
El árbol central será autóctono de Aragón y ocupará un lugar predominante, al ser de mayor porte, sobre el resto de ejemplares que se plantarán en torno a él, formando o bien un círculo como símbolo de unidad o una figura simbólica, que podría ser la paloma de la paz, pero que también se ha de decidir.
El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón; el director del Centro Internacional de Estudios Agronómicos Avanzados del Mediterráneo de Zaragoza (CIHEAM Zaragoza), Raúl Compés; y el presidente de la Asociación 'The Garden of Peace', Francesco Serafini, han firmado este miércoles un acuerdo para la creación de este 'Jardín de la Paz' en la ciudad.
Azcón ha dicho que Zaragoza se identifica plenamente con los valores de la paz y solidaridad y ha mostrado el interés en colaborar en este proyecto como ciudad y formar parte de las cuatro ciudades pequeñas europeas que se integran en el Jardín de la Paz. Ha precisado que no solo es importante por el simbolismo de la paz y el medioambiente, sino que ha confiado en que sea ejemplo de inspiración para otras ciudades que se quieran adherir a esta iniciativa.
Ha recordado el proyecto impulsado este mandato del Bosque de los Zaragozanos, que busca aumentar la masa arbórea de la ciudad y también es un proyecto transformador por el compromiso medioambiental de los ciudadanos. «Se han transformado 49 hectáreas y con la colaboración del tejido asociativo, empresas, colegios y ciudadanos anónimos», ha detallado.
El alcalde ha dicho que el Jardín de la Paz se ubicará en un lugar que se evalúa y es mejor analizarlo con detenimiento dada la importancia el proyecto. «Será este año, en alguna zona de expansión o en zonas verdes transformadas en la ciudad», se ha limitado a indicar y ha añadido que los plantarán ciudadanos de Zaragoza.
Encaje perfecto
Azcón ha recalcado que este proyecto «fortalece» la cultura de la paz que Zaragoza tiene reconocida y es ejemplo de la disposición de la ciudad a trabajar en iniciativas de ámbito medioambiental, para recordar que la capital aragonesa forma parte del proyecto de las cien ciudades climáticamente neutras en 2030.
Para el alcalde, el Parque de la Paz tiene un «perfecto encaje» en la ciudad por la forma de ser de los zaragozanos y se ha mostrado convencido de que será emblemático porque refleja la paz y tolerancia y puede ser ejemplo e inspiración para otras ciudades.
De toscana a zaragoza
El presidente de la Asociación 'The Garden of Peace', Francesco Serafini, ha relatado la importancia del olivo en las tres religiones monoteístas, tanto en el Nuevo Testamento, como en el Corán porque también Mahoma transmitió a los fieles que amaran a este árbol. «Son más las cosas que nos unen que las que nos separan», ha sintetizado.
«Con este proyecto, se construye un hilo de oro de intercambio de elementos culturales y artísticos, además de valores de solidaridad para conocernos mejor que es el objetivo de este proyecto en Zaragoza», ha expuesto.
Francesco Serafini ha elogiado a Zaragoza porque es una ciudad muy «importante» y ha dicho sentir «orgullo» al firmar este convenio con el alcalde. «Hay buenas posibilidades para que en el futuro se adhieran más ciudades», de países como Jordania o Marruecos, y lo que empezó en un pueblo de la Toscana italiana llegará a un círculo internacional, ha aventurado.
Mare nostrum
El director del Centro Internacional de Estudios Agronómicos Avanzados del Mediterráneo de Zaragoza (CIHEAM Zaragoza), Raúl Compés, ha calificado de «maravilloso» tener un Jardín de la Paz en la ciudad por la dimensión agronómica que ofrece ya que pocos cultivos están tan arraigados al Mediterráneo como es el olivo.
«En el Mediterráneo --ha relatado-- hay una forma de vivir, una dieta y unos valores que hay que realzar porque son la prueba de que se puede convivir, ser tolerantes y la red de las 21 variedades de olivos serán ejemplo de esa red de cultura de la convivencia».
Raúl Compés ha subrayado que es «muy importante» el valor simbólico de que Zaragoza acoja este Jardín de la Paz porque está comprometida con el medioambiente y ayudará a transferir a los ciudadanos los valores asociados al proyecto y que sea un espacio de encuentro y actividades culturales.
Es un salto cualitativo y cuantitativo al proyecto y es una forma de colaborar de que ese Mare Nostrum sea ahora un mar de cultura y desarrollo compartido para que no sea espacio de conflicto, ha instado.
Raúl Compés ha explicado que el CIHEAM España tiene sede en Zaragoza y es una organización internacional nacida en 1962 con 13 estados miembros que cooperan en al ámbito agroalimentario y la forma de cooperación es ayudar a los más necesitados del Mediterráneo y a países terceros para promover el desarrollo sostenible e inclusivo que mejore la seguridad alimentaria y reduzca la pobreza, mediante la formación e investigación y el dialogo político.
Ha informado de que el CIAM es una organización orientada a las necesidades de los que «peor lo pasan» ante los desafíos geopolíticos y la inseguridad alimentaria porque en el Mediterráneo también hay conflictos y ha confiado en que la forma de solventarlos sea extrapolables a otras latitudes.
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