Archivo - Fachada del Palacio de Justicia de Catalunya, sede del TSJC y de la Audiencia de Barcelona. | DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS - Archivo

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El teniente de alcalde de Pineda de Mar (Barcelona) Jordi Masnou y la exteniente de alcalde Carmen Aragonés, ambos del PSC, han aceptado un año de cárcel y un año de inhabilitación por un presunto delito de coacciones contra un hotel del municipio en el que se hospedaron agentes de la Policía Nacional desde unos días antes del 1-O.

Este martes ha empezado la primera sesión del juicio en la sección 6 de la Audiencia de Barcelona, y dos de los tres acusados han reconocido los hechos y han llegado a un acuerdo con la Fiscalía, que en un inicio les pedía tres años de cárcel con inhabilitación del cargo.

El tercer acusado, el jefe de la Policía Local, Carles Santacreu, no ha reconocido los hechos, por lo que Fiscalía le sigue pidiendo los tres años de cárcel.

El fiscal explica que, la noche del 2 de octubre, los tres acusados supuestamente entraron al hotel, pidieron ver al director y uno de ellos le dijo que «si no echaba a los policías, le iba a cerrar el hotel al día siguiente durante tres o cinco años».

Una parte de los agentes de Policía Nacional desplazados a Catalunya con motivo del 1-O se hospedaron en ese hotel desde finales de septiembre y con la previsión de estar allí al menos hasta el 5 de octubre: se repartieron en dos hoteles de la misma cadena, con 268 y 228 policías alojados en cada uno.

El fiscal asegura que el hospedaje transcurrió con normalidad hasta la noche del día 2, sobre las 21 horas, cuando «de forma irregular, sin cita programada y, por tanto, fuera de la agenda oficial», los acusados se presentaron, junto a una protesta que reunió a unas 800 personas, en el hotel donde había 268 agentes.

Testigos

El gerente de la cadena hotelera ha explicado que la noche del 2 de octubre «había mucha gente en el hotel, mucho lío, y gente del Ayuntamiento quería desalojar el hotel».

«Ellos dijeron que no podían tener a tanta gente, y que teníamos que desalojar el hotel. Yo le dije que no podíamos hacerlo de inmediato, y me dijeron que teníamos que desalojarlo al día siguiente», ha añadido.

Al ser preguntado si le gritaron --tal como él declaró ante el Juzgado de Instrucción--, ha explicado que «el tono no era el más adecuado, al principio fue más calmado y se fue haciendo más fuerte».

También ha asegurado que tanto él como el director del hotel firmaron un documento diciendo que el Ayuntamiento les había «presionado» para desalojar a los policías.

El director de los dos hoteles ha asegurado que recibieron una «visita no programada» de los dos concejales y del jefe de la Policía Local, y que se reunieron en su despacho y le pidieron que desalojasen a los policías.