El secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, en una comparecencia en la sede socialista de Bilbao | Europa Press

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La Comisión Ejecutiva del PSE-EE ha asegurado que discrepar con el PNV sobre el centro de acogida proyectado por el Gobierno central en Vitoria constituye «un ejercicio democrático» y ha advertido de que
«menos democrático es ocultar algunos hechos probados, demostrables y reconocidos» como «las reuniones mantenidas entre las dos administraciones para trasladar la información sobre este proyecto». Los socialistas vascos han llamado a ser «cuidadosos» y a no «alimentar sentimientos irracionales de rechazo a las personas refugiadas».

El PSE-EE ha hecho públicas estas declaraciones después de que, en encuentro organizado por el diario Deia, el Lehendakari, Iñigo Urkullu, haya apostado por «huir de polémicas», si bien ha afirmado que «hay cosas que duelen por injustas», entre ellas, «la que más», la acusación de «xenofobia» al PNV. Asimismo, ha insistido en que el proyecto de «macrocentro» en Vitoria no es «el modelo», un sistema que también «lo rechazan» las entidades del tercer sector social y en Europa.

En un comunicado, el PSE-EE han recordado que «discrepar en política y sobre la acción institucional» constituye «un ejercicio democrático, también entre los socios de Gobierno, cuando las diferencias son palpables». Además, ha asegurado que, respecto al centro de acogida para refugiados proyectado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez en Vitoria, se han pronunciado «numerosos cargos orgánicos e institucionales del PNV».

Entre otros, ha citado al alcalde de Vitoria-Gasteiz, el diputado general de Álava, el portavoz del Gobierno Vasco, la consejera de Políticas Sociales, el portavoz en el Congreso de los Diputados, el alcalde de San Sebastián o el responsable de política institucional del PNV, «además del Lehendakari». «¿Cabe entender que lo han hecho con ánimo de polemizar o de aumentar la crispación?», se ha preguntado.

Para los socialistas vascos, «menos democrático que discrepar es ocultar algunos hechos probados, demostrables y reconocidos, en algún caso, como las reuniones mantenidas entre las dos administraciones para trasladar la información sobre este proyecto, o negar la necesidad de plazas en Euskadi para la atención de los refugiados, el hecho incontestable de que la competencia en esta materia corresponde al Gobierno de España o que este es un proyecto impulsado y financiado con fondos europeos».

«La utilización de términos como guetización o las referencias a un hipotético conflicto social, al referirse a un centro como el que nos ocupa, contribuyen a que la percepción de la ciudadanía pueda verse mediatizada», ha advertido.

"sentimientos irracionales"

En opinión del PSE-EE, socio del PNV en el Ejecutivo vasco, no se puede ni se debe «alimentar sentimientos irracionales de rechazo a las personas refugiadas extranjeras por el hecho de que lo sean, más aún cuando son víctimas de vulneraciones de derechos e, incluso, su vida está en riesgo». «Es nuestra obligación ser cuidadosos», ha dicho.

Además, ha insistido en que «afirmar esto no contribuye a la crispación. Es precisamente una llamada a la responsabilidad», ha añadido.

Por otra parte, ha precisado que, «sobre el exilio y la persecución ideológica», el PSE-EE tiene «una experiencia que es sobradamente conocida, con múltiples caras de la que sabe la sociedad vasca, una historia compartida, en ocasiones, con el nacionalismo vasco».

Por ello, ha apelado «a la respuesta solidaria» y a la «obligación de enfrentarse a las injusticias que, como la guerra en Ucrania», que «se nos muestran todos los días con crudeza en las personas que llaman a nuestra puerta».