Archivo - La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, en imagen de archivo | GVA - Archivo

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La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, considera que el Gobierno central ha reaccionado «tarde» con la reforma de la ley del 'solo sí es sí' y considera que «no hay que mirar a otro lado y hay que pedir perdón».

Bravo se ha pronunciado en estos términos en una entrevista en la cadena SER, recogida por Europa Press, al ser preguntada por su opinión sobre la modificación de esta normativa.

«Se tenía que haber reaccionado antes», ha comenzado diciendo, para agregar que «una ley que se ha vendido para dar una respuesta más contundente, de más apoyo a las víctimas, ha generado bastante decepción».

Bravo cree que se debía haber reformado la ley «desde el mismo momento en que se acreditó que, por un problema de técnica legislativa, la retroactividad iba a producir rebajas continuas de penas a violadores y agresores al no contar con una disposición transitoria que la hubiera modulado».

Es en ese momento, ha añadido, cuando se pone de manifiesto este aspecto, «que fue muy pronto por parte de los tribunales», cuando se debió modificar la norma. «Pronto los tribunales dijeron que la línea no se podía corregir de otra manera, que esto no va de machismo o ser feminista o no. Esto de lo que va es de un problema de técnica legislativa del que, a pesar de las advertencias del CGPJ y del Consejo de Estado, no se hizo caso», ha lamentado.

A su juicio, «en ese momento se tenía que haber reaccionado, una vez conocida la interpretación de los tribunales». «En política --ha agregado-- es muy necesario actuar con humildad y tener capacidad de pedir perdón, porque eso la ciudadanía lo entiende pronto. Si la ley adolece de un problema de técnica legislativa y hay que corregirlo, se corrige», ha dicho.

Y ha apostillado: «Tú no puedes lanzar en ningún momento un proyecto tan importante como una modificación del Código Penal al calor de los efectos de una sentencia judicial. No se puede legislar bajo el amparo del calor porque entras en populismo».

A su entender, «si se quiere hacer una reforma para mejorar la respuesta penal y dar una adecuada protección a las víctimas, hay que hacerlo desde la calma». «Se generaron expectativas que nada tienen que ver con la realidad y ha generado decepción y alarma social. Cuando esto ocurre no hay que mirar hacia otro lado. Hay que reconocer los errores y pedir perdón», ha insistido.