El escritor italiano Davide Longo ha publicado en España el primer volumen de su serie del inspector Corso Bramard, un policía del Piamonte con un pasado marcado por la tragedia, y ha defendido el valor de la novela negra: «En Italia, el género negro es el que hoy en día mejor presenta las distintas dimensiones del país».
En una entrevista de Europa Press durante su participación en el festival BCNegra, ha subrayado que durante muchos años el 'giallo' --nombre que recibe en Italia la novela negra-- ha sido la única forma de literatura capaz de ocuparse de la sociedad italiana, «que es muy compleja», ya que otras formas literarias han tendido a encerrarse en lo privado.
Ha remarcado que el género negro vende mucho en Italia, pero que en el ambiente literario y los premios se sigue considerando de consumo y no se toma en consideración para los grandes galardones: «Existen los prejuicios. Es como si se tratase de dos mundos separados: la literatura y la novela negra», ha remarcado.
En 'El caso Bramard' (Destino), Longo presenta a Bramard, un inspector de Turín que ha dejado la policía tras el secuestro y asesinato de su mujer e hija por un asesino en serie y vive en una vieja casa en las colinas de la ciudad donde ejerce de profesor, pero que ante una nueva pista retoma la obsesión por atraparlo ayudado por el comisario Arcadipane y la policía Mancini.
Longo ha subrayado que Bramard responde al universo del «héroe épico que tiene una herida y es perdedor», mientras que Arcadipane es la parte menos idealista y más real y Mancini un calco irónico de la Lisbeth Salander de 'Millenium', que a lo largo de la serie va evolucionando.
El escritor ha enfatizado la particularidad del Piamonte turinés, una zona muy influenciada por la cultura francesa y una región de montaña, lo que la aleja de las novelas que pueden estar ambientadas en el sur italiano o en las grandes urbes.
Longo ha dicho que en esas novelas la ciudad, ya sea Nápoles, Roma o Sicilia, tienen una presencia muy fuerte, mientras que en el caso de Turín es una urbe que «habla mucho en voz baja» y se tiene que escuchar para que uno se dé cuenta de su sonido, con unos habitantes que tienden a la discreción y a la modestia.
Comparación con camilleri
Preguntado por las comparaciones con el novelista Andrea Camilleri y su inspector Montalbano, ha afirmado que suponen un «halago» y que ya le gustaría dar a conocer el territorio como Camilleri consiguió hacerlo del sur italiano.
El autor ha remarcado que en un inicio había pensado en hacer una trilogía del inspector --ya ha publicado cuatro en Italia y prepara una quinta--, pero que lo ha ampliado al tener el convencimiento de que con estos personajes puede «contar aspectos muy distintos de Italia y en tiempos distintos».
Segundo volumen, en otoño
Ha afirmado que la serie no sigue un orden cronológico y que en el segundo volumen --que se publicará en España en otoño-- Bramard y Arcadipane se sitúan en 2018 pero hacen referencia a acontecimientos de los años 70, cuando el inspector ingresa en la policía, y que el quinto se ambienta en los años 80, lo que le permite explorar diferentes momentos históricos de Italia.
En ese sentido, ha subrayado que le ayuda el hecho de que Turín sea una ciudad «crucial» en los conflictos históricos italianos, que vivió el primer proceso judicial a las Brigadas Rojas o que sea una ciudad donde los contrastes sociales son más fuertes al ser una urbe de clase más trabajadora que lo que pueda ser Milán y Roma.
Pese a esta serie, ha admitido que ha sido poco lector de la novela negra y no ser un «practicante ortodoxo del género», y ha remarcado que siempre le han agradado las novelas anómalas dentro del género como pueden ser las de Friedrich Dürrenmat, Philipe Claudel u obras como 'Soldados de Salamina', de Javier Cercas, y 'Patria', de Fernando Aramburu, de la que ha dicho que sabe combinar lo político, lo social y lo histórico elaborando un gran fresco.
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