La investigación se inició a principios de este año por parte de la Brigada de Policía Judicial en Elche, a raíz de denuncias impuestas hacia una inmobiliaria de la ciudad que, al parecer, pedía hasta 4.000 euros en concepto de señal para iniciar la operación de compraventa de un inmueble, ha informado la Policía en un comunicado.
Para las personas perjudicadas resultaba «imposible» recuperar el dinero adelantado a la inmobiliaria. Los policías comprobaron que los sospechosos acumulaban hasta siete denuncias por tales hechos, puesto que pidieron «grandes» cantidades de dinero a modo de señal a varias personas para la venta de un mismo piso.
Por todo ello, los agentes han detenido al gerente a los dos empleados por un delito continuado de apropiación indebida y estafa.
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